Máscaras del alma

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Este dia tan nublado, que casualidad que era el dia más esperado para mi, este sábado lo anhelaba tanto que se puso de una manera fría y sin colores haciendo comparación con la realidad de mi vida. Este dia estaba humedo pero, no iba a ser suficiente para detener lo que sucedería este sábado por la noche, fuí al salón de belleza, arreglé mis uñas de una manera delicada y sencilla como me encanta y fuí por ese perfume que tanto me gusta.
El me dijo que pasaría por Mi a las 8 así que voy a probar su puntualidad ante todo, ya estoy cansada de tantas desilusiones por lo que seré demasiado estricta porque no caeré de nuevo en las redes de otro hombre.
Son las 7:45 suena mi puerta y al abrirla me llevé la sorpresa mas grande de mi vida, ese hombre que tanto me hizo sufrir estaba parado en la puerta de mi casa mirandome a los ojos con la mirada rota y vacía pero, lo único que sentí fue desprecio y una ira bastante grande, a tal grado que hasta me dio jaqueca pero, sí tuve fuerzas para decirle que se fuera y que no volviera más, luego de haberse ido a los 4 minutos eran las 8:55 llegó Austin y me encontró con la mirada triste y, a la vez un poco preocupada, y me preguntó...
- ¿ Que tienes ?
- ¡Nada!
-Tu mirada tiene mucho significado, creo que estas preocupada por algo que tienes en mente pero, no quieres compartirlo y eso lo entiendo a la perfección. Si deseas podemos dejar la salida para después.
- ¡No!, vamos a salir, necesito despejar la mente.
Nos fuimos al restaurante, donde según las palabras de Austin, sería la velada perfecta. Cuando llegamos al lugar acordado todo estaba vacío, el había reservado ese lugar sólo para nosotros dos, al instante se pintó una sonrisa en mi rostro y, el se dió cuenta al instante y me sonrió de una manera tierna y dulce.
Todo estaba tan perfecto que parecía un cuento donde todo era paz y armonía, pero al tener mis dudas en la cabeza dándome vueltas sin parar, mantuve mi postura de chica fría y estricta, nos dirigimos a la mesa principal, el me ayudó a sentarme dando a conocer que es un caballero con muchos modales y buenas costumbres. Todo iba perfecto hasta que llegó la hora de las propuestas y acuerdos, sabía que todo eso que el me decía era solo una manera romántica de llevarme a la cama, el único detalle de esta situación es que aunque yo sabía eso, en realidad si deseaba que el me haga tocar las estrellas en una cama aunque solo sea un juguete sexual para mí.
Pensé que todo iría con rumbo a la cama pero, me detuvo en seco cuando terminó la cena y aunque me estaba delantado por la manera en que mordía mis labios y, por la manera en que movía mis pienas y miraba su hermoso rostro, me dijo que le había encantado pasar esa velada conmigo y que ya era hora de llevarme a mi casa.
Todo fue tan raro, en realidad esperaba la propuesta y yo se la aceptaría solo por usarlo por ese rato pero, utilizó el típico truco de los hombres " Me haré el difícil para parecer interesante y que ella se desepere", lamentablemente eso no funciona conmigo, yo no me desespero ni me pongo ansiosa, si deseo algo lo consigo y punto luego de eso no ha pasado nada y cada quien por su camino.
Me llevó a mi casa, demostrando su caballerosidad abrió la puerta del auto y me escoltó a la puerta y cuando se iba a su auto se giró rápidamente pero, de una manera sutil y delicada y me tomó por la cintura y me besó el cuello, sentí como cada parte de mi cuerpo empezó a temblar, sus labios eran suaves como la seda y su lengua grande y suave, estuve a punto de perder la cordura por un instante pero, mis recuerdos me ayudaron a manejar los impulsos, luego el trató de besar mis labios pero lo detuve con dos dedos de una manera delicada y atrevida y le dije susurrando en su oido...
-Tranquilo pequeño que todo tiene su tiempo y aun no es tiempo para enredarte con mis encantos.
Al escuchar esto me miró la cara y sonrió de una manera tierna y tentadora que casi vuelvo a caer pero, se despidió de mi y se fue.

Atado a tus deseosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora