No Hay Nada Bueno En Mi .Pt.2

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Carta N° 15...

Volvió a pasar. Y esta vez fue más humillante: en esta ocasión estábamos cenando con mis tios y mi hermano (con su familia). Es normal que luego de la cena las personas se pone han a hablar, pero de tres millones de temas, tuvo que salir (de una manera que no recuerdo) el tema de mi físico. Todo empezó como un chiste, hasta que terminaron preguntándome porque no me metía en la pileta, específicamente mi cuñada me dijo “ ¿Vos no te metes a la pileta por vergüenza de la maya?”.

Cabe aclarar que yo ya estaba, estoy, harta de esto que siento por mi y mi cuerpo.

Yo asentí a su pregunta y me dijeron que me vergüenza era por la edad y que era normal. Hasta ahí todo bien. Después dijeron que el año pasado yo me metía a la pileta sin vergüenza alguna, y es verdad. Pero cuando las estrías en mi cadera comenzaron a salir me dio más vergüenza mostrar mi cuerpo. Les di la razón en esa parte y ahí fue cuando comenzó todo, no tiene sentido relatar lo que pasó después, pero si cabe escribir que el final de todo esto fueron lágrimas.

No quiera llorar, porque odio llorar en público. Mi hermano trato de parar a mi mamá para que no siguiera hablando pero ella no escuchaba o no quería hacerlo, no estoy segura; Ella siguió hablando y todo fue cada vez fue peor para mí hasta que estalle en llanto. Él parecía que me entendía y trataba de disimuladamente tratar de hacerla entender que ya no era un simple momento; recuerdo muy bien la frase que dijo para que mi mamá dejará de hablar.

“--Le duele,ma. Le duele.--”

Mi tía intentaba calmarme diciéndome que yo era hermosa desde chiquita, pero yo no podía dejar de llorar por más que intentara. Me levanté de la mesa y me fui al baño a lavarme la cara, por más que intentara calmarme no dejaba de llorar; creo que estuve mucho tiempo en el baño porque mi hermano tocó la puerta para preguntarme si estaba bien, yo en ese momento estaba terminando de leerme la cara e intentando calmar mi respiración. Me dije la típica mentira “Sí, estoy bien.” Él entró al baño y estuvimos hablando, las típicas y dolorosas preguntas “¿Qué pasó? ¿Por qué lloraste?” Y esas así; yo le decía que era una cosa mía y que no tenia nada, pero el seguio hablando y yo volvi a llorar.

En ese momento sentía que estaba desbordada de todo. Las cosas pequeñas de hace años volvieron a mi mente y empeoraron mi estado, los comentarios de mis papás, de mi hermana, de mis compañeros de salón, todo. Me sentía muy mal y yo quería encerrarme en mi pieza y llorar para sacar toda la porquería que llevo dentro. Pero mi hermano se quedó conmigo y me preguntaba que era lo que sentía, fue en ese momento que la frase que durante tanto tiempo me dije en el espejo salió de mi boca para decírselo a otra persona que no fuera mi reflejo:

“-- Asco. Siento asco cuando me veo en el espejo.--”

Cuando levante mi vista para verlo pensé que él estaba llorando conmigo. Me abrazó y me estuvo hablando un rato para intentar calmarme; cuando logré dejar de llorar me hizo prometerle que hablaría con mi mamá y que si era necesario y yo quería íbamos a hablar los tres con mi mamá. No sé qué sentí en ese momento si comprensión o temor.

Cuando todos se durmieron yo abracé a mi almohada y me quedé dormida llorando a mares. En mi pecho sentía cosquillas pero eran las mismas ganas de llorar y de dejar de sentirme mal; en ese momento me levanté mi remera y mire mi gordo abdomen, tome un poco de piel con mis dedos y comencé a apretar haciendo que llorar con más ganas. Lo hice muchas veces, necesitaba distraerme del dolor que sentía en mi pecho. Lo hice hasta que me quedé dormida.

Cuando desperté esta mañana mire mi abdomen y estaba con manchas rojas en las personas que apreté, no me molestó verlas, al contrario me gusta verlas porque así voy a recordar que debo ser fuerte y no volver a llorar en público, si lo hago debo volver a apretar mi estómago como un castigo. De alguna forma necesito dejar de pensar.


❈Μι Οτrσ Υσ❈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora