6. Un trato.

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Había pasado una semana de la noche de las sorpresas, como la bautizaron en casa, y Alba todavía no tenía claro que hacer. Había estado dando largas a Júlia, diciéndola que tenía muchos exámenes. Por otro lado hablaba con Natalia más que nunca, sus conversaciones no eran especialmente profundas pero Alba estaba descubriendo lo atenta que era la morena y eso la gustaba.

- Madre mia, unas tanto y otras tan poco- se queja María ya que su novio Pablo llevaba una semanas fuera de España por temas de trabajo.

- Eres mi ídola Alba, las vuelves locas- añade África.

- Todas quieren un trocito de la Reche- bromea María.

- ¿Podéis dejar de reíros y ayudarme? ¿Que hago con Júlia?- pregunta Alba un poco cansada de las bromas de sus compañeras.

- Pues follartela cariño - responde la Mari sin tapujos.

- A ver, Natalia solo quiere ser tu amiga- afirmó África a lo que Alba asintió- y Júlia quiere algo más- la rubia vuelve a asentir- pues ya esta, con Natalia de colegueo y con Júlia te lías.

- ¿Pero y si sale mal? Que trabajo con ella- decía Alba no muy segura.

- Pues si sale mal ya se nos ocurrirá algo- asegura muy convencida María.

Un par de horas después Alba esta bajando de su casa para encontrarse con Natalia. Era la primera vez que las dos quedaban como amigas y la rubia estaba intrigada por como iba a ser la situación y por el plan que se la hubiera podido ocurrir a Natalia.

- Hola- saludó con dos besos la alicantina. - ¿ A donde vamos? - preguntó curiosa.

- Voy a cumplir un estereotipo así que espero que no te importe. Vamos al museo del Prado, pensé en el Reina Sofía pero no sé mucho de arte y por lo menos del museo del Prado conozco algún pintor- Alba se río, la provocaba ternura la elección de Natalia. La chica no era muy aficionada al arte pero sabía que ella sí y pensado en lo que la podía gustar a la rubia tomó esa decisión.

Un sábado por la tarde todo esta lleno de turistas, y no turistas, en Madrid por lo que los museos no eran una excepción. El museo del Prado es un lugar muy grande con muchísimos cuadros y esculturas, era imposible verlas todas por lo que Alba decidió buscar las piezas de arte que mejor conocía para poder explicárselas a Natalia. Hicieron especial hincapié en las Pinturas negras de Goya, en el jardín de las delicias y las pinturas con trasfondo mitológico.

Cuando salieron era practicamente de noche.

- Dime que no te has aburrido muchísimo- le pidió Alba a la morena.

-¿Que? No - la rubia la mira con las cejas alzadas, no la cree- Vale, puede que el Prado no sea mi tipo de museo pero he de reconocer que mola más cuando vas con alguien que sabe tanto -asegura Natalia.

- Tengo que conocer la intención del autor para poder copiarlas bien.

- ¿Tenéis que hacer ese tipo de cosas en la carrera?

- A veces para trabajar un estilo concreto empezamos con obras famosas- la explica Alba.

- Me tienes que enseñar algún dibujo.

- Solo si tú me enseñas alguna de tus canciones- Natalia parece realmente sorprendida por el comentario de Alba- Tienes una guitarra y un teclado en tu habitación, no creo que sea postureo.

- Acepto el trato- bromea la morena extendiendo su mano para que Alba la estreche como si de una negociación se tratase.

Cuando Alba llega a casa busca algún dibujo que esté lo bastante bien como para cumplir su parte del trato. Tras varios minutos de búsqueda una notificación de su móvil capta su atención, Natalia ha subido una foto en la que sale increíble. Lleva un polo morada y blanco de Kappa y un gorro blanco, esta sentada en una cama con una pared blanca de fondo, la foto parece desenfocada aposta, hay algo de esa imagen que cautiva a Alba por lo que rápidamente busca sus pinturas y empieza a dibujarla.

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Al día siguiente Natalia había quedado con Damion para jugar a la nintendo Switch del chico.

- ¿ Que tal con África ? - pregunta la morena sin separa su vista de la tele.

- Muy bien, se ha empeñado en que nos hagamos una sesión juntos así que lo mismo dentro de poco te doy curro.

- Yo encantada, me cae bien África.

- Una amiga suya canta en un bar los jueves por la noche, Afri dice que es muy buena, podríamos ir una día a verla.

- ¿Como se llama el sitio?

Cuando Damion le contesta Natalia empieza a extrañarse, Madrid es muy grande y la posibilidad de que se trate de Alba es muy pequeña, además el jueves actúa mucha más gente aparte de la rubia.

- ¿ Como dices que se llama la amiga de África?

- Alba creo, es su compañera de piso.

- ¿Rubia, pelo por encima de los hombros, metro sesenta...? - describe Natalia empezando a pensar que que la amiga de África va a ser Alba Reche, con la que llevaba acostándose más de un mes.

- Sí, ¿os conocéis?- pregunta Damion sorprendido dejando el mando en la mesa de café.

- Joder Damion es la chica con la que me acostaba.

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Alba y Júlia pasean por Madrid Rio, hacia un día soleado por lo que mucha gente había aprovechado la tarde para dar un paseo.

- Yo no quiero que las cosas se pongan raras en el curro, ya sabes, si esto no funciona...- intenta explicar Alba.

- Tranquila Alba- dice Júlia cogiéndola de la mano- yo tampoco. Mira vamos a hacer una cosa, vamos quedando, sin etiquetas ni compromisos y si estamos agusto y bien pues seguimos y sino pues tan amigas.

Alba se queda mucho más tranquila después de eso, el resto de la tarde se dedican a conocerse más de lo que el tiempo en el trabajo las permite.

Cuando llegan a la boca de metro que Alba tiene que coger Júlia se inclina despacio hacía ella y la besa. Es un beso suave, lento y cariñoso, no había pretensiones de nada más que de demostrar cariño. Al separase la andaluza deja una caricia en su mejilla y la da un corto pico para después marcharse. Alba tiene que reconocer que Júlia besa bien y que sus labios son muy suaves y es cierto que el beso no era sensual ni fogoso pero la alicantina cree que la debería haber removida algún sentimiento mayor.

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En su casa Natalia se ha dedicado a stalkear el instagram de África llegando así a la red social de María Villar la otra chica con la que Alba comparte piso que la morena no conoce aún.

No sabe cuanto tiempo se pasa mirando fotos pero cuando se quiere dar cuenta a acabado en el perfil de Alba, la navarra suspira pesadamente mientras deja el móvil en la mesa que tiene pegada a la ventana, mira su guitarra y decide trastear un poco con ella. Al principio son acordes sueltos sin ningún orden ni sentido pero poco a poco empieza a tomar forma y se va grabando. Cuando tiene un ritmo sobre el que trabajar empieza a añadirle la letra. Son las dos de la mañana cuando Natalia tiene una canción con la que se siente agusto y conforme. Don't Ask.

¡A GANAR A GANAR! Este capítulo es un poquito más largo de lo habitual pero supongo que notareis como la historia va cogiendo forma. Sé que unos capítulos atrás decía que el drama iba ir en aumento y creo que no mentí así que ahora os diré que vienen curvas, el siguiente capítulo es un poco más tierno pero el capítulo ocho va a ser heavy. Recordad que cuanto más amor le deis al fic más rápido intentaré actualizar. Me encanta leeros así que no os privéis de comentar. Muchas gracias por leer y por todos los votos.

PD: He añadido unas líneas de guiones para separar las partes de Alba de las de Natalia. La historia esta narrada por un narrador omnisciente por eso no hay puntos de vista y nunca utilizo la primera persona. Si os gusta así y lo entendéis bien lo dejo así, sino puedo narrarlo utilizando los puntos de vista de ambas, comentarme que preferís.

Don't HideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora