Me encontraba perdió en los pensamientos de mi infancia, recordando los dolores que me provocó la enfermedad que me llevó hasta el hospital y la amistad que me ofreció ese niño de ojos grises, su padre era mi doctor y su madre había fallecido en un accidente de tránsito, por lo que el doctor debía llevarlo al hospital porque no tenía con quién dejarlo, así fue por un tiempo hasta que el doctor le pudo conseguir una nana que lo cuidara mientras el trabajaba y dejé de verlo con tanta frecuencia... Cuando salí del hospital porque había logrado vencer el cáncer; aunque había un riesgo de que la enfermedad volviera, lo invité a la casa y ahí habló por primera vez con Tessa, ella se disculpó (porque su madre la obligó) ya que Tessa le rompía las crayolas y se comía los chocolates que él traía para compartir contigo porque estaba celosa y tenía miedo de perderte, varias veces ella se iba tomada de la mano de su madre llorando al ver en el mal estado físico en el que estaba, fueron tiempos difíciles para ambos.
Siento como alguien trata de tapar mis ojos pero su estatura no la deja del todo hacerlo, lo que hace que suelte una carcajada mientras tomo sus manos alejandolas de mis ojos, me giré para mirar a Tessa que me tiende una galleta de mis favoritas, eso lo hacía cada vez que me encontraba mal en el hospital o estaba triste, le sonrío y le doy un beso en la frente, ella es uno de mis pilares para seguir adelante, ella es esa hermana que nunca tuve.
Alguien choca con Tessa y le pega una nota en la frente para luego salir corriendo pero antes de guiña uno de sus ojos grises lo que me da a entender que tendré que ayudarle pronto a acercarse a Tessa solo espero que todo salga bien entre ellos...