Capítulo I

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Fuerza... Es lo último que tengo, sólo quiero tumbarme en mi cama, cojer un cigarrillo y olvidarme de todo, pero no, prometí dejarlo, y yo cumplo lo que prometo, a pesar de que a mi corta edad de 18 años la vida se me haga cada vez más difícil. A pesar de que cada vez que me levanto la vida me de un golpe más fuerte sigo pensando en aquellas palabras que me dijo mi difunta abuela. En aquel momento no entendí muy bien lo que me quería decir con "por muy rota que creas estar recuerda que siempre existe una persona para reparar tu alma." pero ahora lo sé, lo que no tengo tan claro es si existe de verdad esa persona.

...

Esta mañana me levanté llena de energía, era la primera vez en mucho tiempo que me  levantaba " feliz", no de todo, sólo un poco, la razón era que me mudaba a Argentina, aquel país que llevaba amando desde los 12 años, aquel país con el que le había insistido a mi madre desde que me comentó su idea de una mudanza. Por fin era el día, allí comenzaré una vida nueva, sin miradas de lástima cada vez que pase por los pasillos del instituto o me encuentre con algún compañero de clase por la calle. Por fin abandonaré Galicia para adentrarme en un nuevo país con costumbres totalmente diferentes para mí.

-¡Adri! Baja a desayunar que en 20 minutos salimos. - Mi madre me llamó cómo todas las mañanas solo que esta vez se le notaba más desanimada, aquí dejaríamos atrás a mi hermana y a mis 3 sobrinas entre otra familia, cosa que la ponía muy triste.

-¡Voy! - Me levanto de la cama y busco la ropa para ponerme para el viaje, algo simple, un Jean azul, una sudadera Jordan negra 3 tallas más grandes de lo necesario y unas vans old skool. En el pelo no me hice nada extraordinario puesto que suelo llevar un moño despeinado.

Bajé a la cocina una vez lista y saludé a mi madre con un baso en la mejilla.

-Hola ma.

-Hola hija, ¿como has dormido? - Me pasó mi colacao.

-Bien, como siempre. - Dije mientras agarraba mi colacao y me lo llevaba a la boca. - ¿Y tú? ¿Como llevas lo de la mudanza?

-Dormí bastante bien, gracias por preguntar. Pero lo de la mudanza lo llevo peor la verdad, echaré de menos Galicia.

-Te entiendo mami, pero verás como nos irá bien ahí en Argentina. - Esbocé una media sonrisa a la vez que acabé mi colacao.

-Eso espero. - Sonrió ella también.

Salí de la cocina encontrándome con mi padrastro entrando en ella, nos saludamos y seguí mi camino al baño para asearme y guardar las últimas cosas que me faltaban para el viaje.

...

-¿Estás? - Mi madre entró en el baño.

-Si, vamos. - Agarré la maleta y salí hacia el coche de mi hermana, la cual nos llevaría al aeropuerto.

...

Una vez llegamos bajamos las maletas, nos despedimos de mi hermana y nos adentramos en el aeropuerto, nos esperaban 12 horas de vuelo hasta Buenos Aires.

En el avión me tocó al lado del ala, un lugar precioso para ver el paisaje a través de la ventana, estaba sola ya que a mi madre y a mi padrastro les tocó 5 filas por detrás. Me puse los cascos y comencé a escuchar A Fuego de Drefquila .

...

El vuelo pasó rápido y por fin llegamos al que sería nuestro hogar, era una casa grande, cuatro habitaciones, tres baños, una cocina abierta al salón y un amplio jardín con piscina, acababa de entrar y ya me había enamorado de esta casa.

-Wow, es genial.

-Tu habitación es la primera al subir las escaleras, desempaqueta tus cosas y luego si quieres ve a dar un paseo.

- Vale. - Subí a mi habitación y era extremadamente grande. Desempaqueté todas mis cosas y me volví a calzar para salir a dar un paseo.

Rota... (C.R.O) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora