Capítulo VI

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Una vez fuera de la casa me encuentro con Duki dirigiéndose a esta con una rubia de la mano, supongo que será su novia. El me ve y se para a saludar.

-Hola diabla ¿que onda? Mira ella es Iara, mi wacha. - Dijo con una de sus sonrisas.

-Encantada Iara pero ya podéis dejar de fingir que sois mis amigos ¿si? Ya lo sé todo. - Lágrimas empiezan a correr por mis mejillas y la rubia, Iara, me abraza.

-¿Te boludearon cierto? - Preguntó Duki con ira y decepción a la vez, sentimientos que aumentaron cunado vio que asentia levemente aún abrazada con Iara. - Olvídate de esos giles diabla, vamos a tu casa los tres y lo hablamos mejor ¿si? - Me separé de Iara para mirarlo y observar una sonrisa sincera por su parte. - Voy a decir que Iara está mal y que no vamos y salimos en mi auto para tu casa.

-Dale. - Dije como pude, Mau hizo lo que dijo y nos subimos a su coche - ¿Lo hicieron más veces? - Me animé a preguntar pasado un rato ellos intercambiaron miradas y  Iara asintieró como diciéndole a Duki que me informe.

-Si. - Sentenció finalmente él. - Lo hicieron 3 veces más y todas les seguimos la corriente porque son nuestros amigos, pero esta vez ya fue demasiado, ninguna era mala chica pero todas, como tú, erais nuevas en el país y queríais hacer amigos, entonces os confiasteis demasiado rápido, de verdad lo siento mucho. - Dijo él apenado.

-No pasa nada Mau. Gracias por contarme todo esto. - Sonreí levemente.

Pasaron 10 minutos y ya estábamos en mi casa, aparcamos y entramos para tirarnos los 3 en el sofá y ver Netflix mientras comíamos y Mau nos hacía cargarnos de risa con sus tonterías. Luego, a eso de las 2 ellos se tuvieron que ir pero quedamos en que volveríamos a juntarnos pronto.

Esa noche me fui a dormir con una mezcla de emociones increíble, no sabía si estar enfadada, decepcionada, triste o alegre por lo que pasó el día de hoy.

...

Sonó la alarma y me levanté, hoy iba a ser un buen día, miré mi nuevo fondo que se basa en una selfie de Mauro, Iara y yo en el que las dos le estamos dando un beso a Duki, cada uno en un cachete mientras el sonreía feliz, entré a la ducha, y después de unos 15 minutos salí para vestirme, peinarme e irme a dar un paseo.
Cuando salí de casa vi que Khea también salía de la suya, lo ignoré y pase por su lado como si nada aunque pude notar su mirada clavada en mi mientras pasaba. Seguí andando y llegué a un centro comercial enorme al que entré ya que necesito algo de ropa.

...

Estaba por la zona del Mc y vi a una chica a la que se le calló su teléfono y decidí devolvérselo.

-Perdona, se te acaba de caer. - Le extendí el aparato.

-Muchas gracias, que boluda soy. - Sonrió. - Soy Luciana por cierto.

-Encantada, yo soy Adriana pero me puedes decir Lucifer -  Le extendí la mano y ella me la tomó en forma de saludo - ¿Estás sola Lu?

-Si, vengo a hacerme las uñas y a comprar ropa. ¿Vos?

-También. - me río un poco. - Resulta que soy nueva y no tengo casi amigos entonces decidí venir sola. - Le sonreí.

-¿Querés acompañarme? - Me preguntó con una pizca de ilusión en sus ojos marrones.

-Dale pero no me violes. - Digo de broma y nos empezamos a reír muy fuerte llamando la atención de todo el que pasaba. Una vez paramos fuimos hacia el estudio de uñas, ella se puso unas negras mate y largas mientras que yo me puse unas blancas y negras con diferentes dibujos como puntos, rayas...

Luego de eso seguimos comprando ropa y por último fuimos al MC.

-¿Que querés? Yo invito. - Enarcó una ceja.

-No, no vas a invitar, yo pago lo mío. - Le intento dar el dinero para mi bigmac pero ella no lo acepta.

-Tómatelo como un agradecimiento por lo del celular de antes. ¿Que querés? - Volvió a preguntar.

-Un bigmac con patatas grandes, coca cola grande y un MC shake de oreo de postre. - Dije revoleando a los ojos que la hizo reír y se fue. Mientras esperaba a Lu agarré mi teléfono y me puse a mirar Instagram. Cuando llegó nos sentamos y mientras comíamos nos contábamos más sobre nosotras.

Pasado un rato ella se tuvo que ir pero sin duda había sido un gran y Lu era una persona maravillosa. Habíamos intercambiado números para volver a quedar algún día y estaba muy contenta, por fin todo empezaba a mejorar.

Llegué a casa y con ese pensamiento en la cabeza me quedé dormida, estoy muy feliz de como estaban saliendome las cosas...

Rota... (C.R.O) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora