Una relación de enemigos (Erótico-Gay)

Satisfacción.

Una enfermera viene casi corriendo hacia mi cuarto.

- ¿Se encuentra bien, Hermes?

Abre mucho los ojos ya que no se esperaba encontrar eso en mi habitación. No se imaginaba que se encontraría con dos chicos peleandose a los pies de la cama del enfermo. La enfermera se acerca rápidamente hasta ellos y se encarga de separarlos, le cuesta pero al final lo consigue.

- ¡¡Teníamos un trato!!.- dice Victor gritando con toda la voz que puede sacar.

- ¡Y lo he complido! ¡¡Él ha sido quien me ha pedido salir!!.- dice Pablo para defenderse de la acusación del pelirrojo. Esto hace que Victor mueva la vista hasta mi y le empiecen a brillar los ojos.

- ¿Enserio lo prefieres a él?

- ¿P-perdón? No se de que estás hablando, Victor.- murmuro suavemente. No se porque debería escoger a alguien. Entre Victor y yo nunca ha habido nada, no se porqué se pone así.

- Tu antes estabas conmigo. ¡Eras mío y unicamente mío!.

- ¿Cómo te atreves?.- murmuro Pablo con odio.- ¡Tu eres imbecil o algo! ¡Dejabas que tu hermano lo violara delante tuyo y tu disfrutabas!

- ¿C-cómo sabes tu eso?.- murmura Victor poniendose blanco.

- ¡Hermes habla en sueños!

¿Que yo qué? Me he perdido hace un rato ya... No se de que alguien me viola y que Victor disfrutaba viendolo. Pero eso no ha ocurrido nunca. Debo estar aún soñando. Me volveré a acostar y así podre despertarme en el mundo real, en mi cama. En cualquier momento sonará el despertador para ir al instituto.

Me tumbo lentamente en la cama, apoyando la cabeza en el trozo de almohada que más comodo me parece. La enfermera la cual esta un tanto asustada se acerca a mi y me pregunta si me encuentro bien, yo asiento y le pido que me ponga bien la manta. Me tapa con ella y luego se va del cuarto. Yo cierro los ojos pero con los gritos de esos dos es imposible conciliar el sueño, solo hacen que decir tonterías sobre Victor y su hermano.

¿Hermano? ¿Victor tiene un hermano? Bueno, son cosas de los sueños, no debo preocuparme, son solo tonterías y mamarrachadas. En cualquier momento me despertaré y todas estas tonterías habrán acabado.

Un silencio inunda la habitación. Demasiado silencio diría yo. Abro lentamente los ojos y me encuentro a Victor muy pegado a mi y suelto un pequeño grito bastante agudo, me sonrojo después de dar ese grito de niño pequeño y me giro hacia el otro lado, tengo a Pablo ahí que me sonrie ampliamente pero no hace nada extraño, simplemente me coge la mano y hace que yo también sonria.

- O sea que lo eliges a el.

- Lo siento Victor, pero es que no se de que estás hablando. A mi siempre me ha gustado Pablo, lo siento.- murmuro mirando a Victor y al acabar vuelvo a girar la cabeza para poder mirar el rostro perfecto del rubio.

- Vale, pues ya nos veremos.- murmura Victor antes de levantarte e irse del cuarto. Creía que iba a dar un portazo, siempre los da cuando está enfadado pero esta vez no, cierra la puerta con cuidado.

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Estoy subiendo por las escaleras de mi casa para ir hasta mi cuarto. Hoy me han dado porfín el alta y puedo volver a mi querido cuarto. Estoy subiendo yo delante despacio y detrás mio viene mi madre, está feliz de que su querido hijo esté en casa.

Me dijo que le había pedido el divorcio al estupido americano. La verdad es que me alegro, nunca me había tratado y eso le ha costado caro. Me ha contado que hizo un comentario despectivo hacia mi cuando yo estaba en el hospital delante de mis amigos justamente cuando entraba mi madre al salón, donde estaba ellos.