𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 [ᵃˡ-ᵐᵉʸ]

Capitulo único

Narra Alphonse

Ya pasaron dos años desde que mi hermano y yo recuperamos nuestros cuerpos, estoy muy feliz de poder dormir, comer, respirar, sentir y hacer todo lo que hace una persona normal una vez más. Ed por otro lado solo pudo recuperar su brazo por mi, sacrifique mi alma para poder traer de vuelta su brazo ya que estaba en peligro y era mi única opción, no pude regresarle su pierna, pero él está conforme con eso, además dice que si la hubiera recuperado Winry se pondría muy triste. Hay esos dos... ¿cuándo se va a declarar él uno al otro? Se nota a kilómetros que están enamorados y aún lo niegan, en realidad no los entiendo, pero bueno, si ellos lo quieren así hay que dejarlos, ¿no?

Hace un tiempo mi hermano y yo hemos estado pensando en viajar, ya saben, para aprender más sobre la alquimia y conocer cual es nuestra posición en este mundo. Aunque el ya no pueda usar la alquimia por traer mi cuerpo de vuelta, no le impide estudiarla y enseñarla a futuros alquimistas. Decidimos esta vez no viajar juntos, para aprender cosas distintas y, luego de un tiempo juntar nuestros conocimientos y exponerlos al mundo, yo viajare al Este y mi hermano al Oeste.

En este momento me encuentro cruzando el desierto de camino al país de Xing, y no me encuentro solo, me están acompañando las quimeras Darius y Zampano. La razón por la que me encuentro cruzando el desierto entero es porque a donde me dirijo existe un tipo de alquimia llamada "Alkahestria", es muy reconocida por los alquimistas. Y además, al otro lado hay alguien esperandome, y ese alguien es May Chang, que está acompañada por Xiao Mei, una pequeña panda que la sigue a donde quiera que vaya.

May en una chica amable, precavida, fuerte e inteligente. Ella se ofreció para enseñarme el arte de la alkahestria, prácticamente va a ser mi tutora personal. Hace dos años que no la veo en persona, dos meses antes hable con ella por teléfono.

-¡Cuanto calor!

-Paciencia Alphonse-dijo Zampano- y ya deja de quejarte, pronto llegaremos.

-...tengo...hambre...-decía Darius mientras que en sus ojos reflejaba unas ganas enormes de morder una gran piena de cerdo.

-Tu solo piensas en comer Darius-dije con tono burlón-.

-¡Miren!-exclamo Zampano exaltado- ¡son casas!, eso quiere decir que nos estamos acercando.

A lo lejos se podía apreciar unas cuantas casas y algunas montañas, aceleramos el paso y por una vez por todas llegamos a Xing.

Ver a la gente pasar me recordaba bastante a Central, cuando los trenes llegaban y las personas se volvían locas para poder subir.

A lo lejos pudimos ver una especie de palacio, suponimos que ese era el hogar del emperador, que por si no lo sabían, Ling Yao se convirtió en emperador luego de la guerra contra "Padre", consiguió otra piedra filosofal y es lo que es ahora.

Nos encaminamos a aquella gran construcción, estaba bastante lejos pero logramos llegar. Había una gran muralla por fuera de aquella creación, dudamos un poco de si debíamo o no tocar la gran puerta.

-Tócala tu-dijo Darius empujándome hacia la puerta.

-¿¡Qué!?-exclamé-¡no voy a tocarla!-me aleje y empujé a Zampano- tócala tú.

-Cobardes-dijo la quimera enojada- ¿por que tengo que hacer todo siempre?

-Porque si-dijimos Darius y yo al unísono-.

-...-toco la puerta y en un abrir y cerrar de ojos tres guardias estaban poniendo sus armas en nuetras gargantas-.

-¿Quienes son ustedes?-preguntó uno de los hombres-.

-S-somos amigos d-del emperador-dije asustado y con la voz entre cortada-.

-No podemos dejar que unos simples extrangeros entren en el palacio-dijo otro de los hombres-.