Relatos varios para leer en el dia.

Prologue

Ammy despierta. Hoy es un gran dia, tenemos que llegar temprano al hospital...

Escuchaba esa voz, mientras intentaba despertar de un sueño profundo. Al parecer los somníferos no hicieron su trabajo, ya que lo único que recuerdo es que caí rendida a las 3 de la madrugada despues de tanto llorar. Ahora son las 7am. Se supone que hoy es un gran dia para mi, y para mi familia. Mi condición ha ido avanzando demasiado y me ha limitado a muchas cosas con apenas 19 años. Me siento torpe y estúpida, además de que odio a la vida por la suerte que he corrido. Solo intento despertarme... Al abrir los ojos, lo primero que veo es el techo, blanco como la leche, he perdido la cuenta de las veces que me he levantado con este sentimiento de rabia e impotencia, aunque espero que hoy eso cambie, aunque tenga miedo del futuro.

Abro la puerta de mi cuarto después de luchar conmigo misma para levantarme y dar un par de pasos. Mi madre está parada en frente, esperando una señal de mi existencia, a lo que me indica:

-Ammy, necesitamos llegar temprano, tu sabes lo que el Dr dijo, tenemos que tener un control mayoritario de tu situación antes de que empeore.

-Lo se madre, estaré lista.

Simplemente, puse una sonrisa en mi rostro, no quería que mi madre viese mi miedo, era innecesario seguir aportando más de ese sentimiento a la persona que me intenta salvar.

Luego de vestirme, bajo las escaleras y me encuentro mi maleta, llena de ropa, como si fuera a ir a una excursión. Interesante, pense. Cuánto tiempo esperan que me quede allí, como una rata de laboratorio? Lo necesario quizás.

Cierto, lo olvidaba, que necesito informarles acerca de todo esto, estarán leyendo preguntando de qué hablo, o del por qué debo de ir a un hospital tan temprano.

Pues tengo Cardiomiopatía, en este caso no fue causada por una enfermedad, es congénito. Es decir que mis padres eran portadores del gen que causó mi mutación cardiaca. Gracias a tal regalo, tengo arritmias ventriculares, lo que causa que mi corazón late sin ritmo alguno, al azar, puede ocurrir en cualquier momento. He perdido la cuenta de las veces que me he desmayado. Hoy, el Dr nos da la noticia de que hay un transplante de corazon esperando por mi, y que necesito ir a recibirlo. Esta es la única esperanza que tengo para ser normal, para ya no seguir sufriendo el calvario que he sufrido.

Al parecer mi madre ya está en el auto esperando por mi, cada paso que doy parece en cámara lenta. Al subir el auto, mi madre pregunto como me sentía, respondí con un frío "bien". No quería añadir más preocupaciones.

Al llegar al hospital, como un destello eléctrico se preparan para cirugía, ni siquiera pasaron 15 minutos desde que llegue, que ya estoy en una bata estéril, acostada en una cama, con un suero de clorhidrato de sodio cateterizado dentro de mi. Tan solo espero mi llamado, no se que pensar cuando las luces se opaquen por efecto de la anestesia. Veo a mi madre realizando llamadas fuera de la habitación. Simplemente, intento recordar lo que más pueda de mi vida, se que tengo un riesgo de muerte, por eso lo hago. Intentó menoscabar hasta el más mínimo detalle.

Diez minutos después, al parecer mi tiempo ha llegado...