La Karda

Capítulo: 7 DE COMPRAS EN VENEZUELA SIN LUZ, SIN AGUA Y SIN GAS

Quedé bien loca cuando recibí mi primer pago y comisiones de la peluquería. Le dije a Yajaira que me acompañara a comprar comida y ropa.

— Bueno chama y Tú qué crees, ¿qué vas a comprar mucho? —Responde ella incrédula.

— ¡Claro! Tengo que comprar ropa —Respondí

— Hay que ver que tu no entiendes—Respondió negando con la cabeza.

— ¿Qué voy entender? ¡Necesito ropa! — Le respondí que si no iba a acompañarme no importaba iría sola.

Pov Yajaira

Dejé que la muy mongola esa siguiera con sus ilusiones, ella misma se daría cuenta de la realidad en Venezuela porque esa chama no sabía que estamos pasando por momentos muy críticos en nuestra economía pero no ella era tan ingenua que creía que podía ir a comprarse ropa me dio mucha risa iba a quedar bien decepcionada con todos esos precios, ella estaba acostumbrada a usar ropa de marca pero yo solo podía ir al perolero y comprar ropa usada, ella estaba acostumbrada a salir a los mejores lugares del mundo y yo solo me conformo con salir a las fiestas de la licorería, ella estaba acostumbrada a las bebidas caras yo solo tomo lo que este mas barato aunque me eche una pea y mi abuela después me mate por la mañana, ella estaba acostumbrada a comer en los mejores restaurantes y yo comía con el Wilkerson en la panadería de la esquina y de vaina pero yo sí estaba acostumbrada a vivir aquí ella no, pobre p*rra no podrá sobrevivir a estas v*rgas de Maduro conos que quita y pone. A este "socialismo" de m*erda que nos estaba arruinando a todos.

Pov Karda

Fuimos al supermercado a comprar frutas y comida miramos los elevados precios y quede con la boca abierta, como que si tuvieran un injerto de diamantes y oro puro solo pudimos comprar yuca y sardina, quedé desilusionada de la vida, tanto trabajo para comer como un indigente, luego no me quedo nada en la tarjeta de la Yajaira primero pensé que se había comido el dinero pero me explico lo del cono, el petro, los ahorros en oro y los 5 ceros que se le quitaron a la moneda quede impactada con razón la Yajaira vivía de borrachera en borrachera, hasta yo comenzaba a deprimirme de verdad que vivir en Venezuela se estaba convirtiendo en un completo calvario. Cuando íbamos a cocinar me di cuenta que no había gas. Acompañé a Yajaira a la planta de gas, había mucha gente en la cola y los bachaqueros revendiéndolo todo en efectivo y como me quedo efectivo de la peluquería pudimos comprarla, al llegar a la casa no había luz, ni agua quería arrancarme los pelos y dejarme calva de verdad la situación país era peor de lo que yo creía, me puse a llorar.

— ¡Ay mija no llore! —Me consolaba Carmelita— Aquí yo soy fuerte y la Yajaira también somos tu familia, no se pongas triste aquí podemos solucionar entre las tres

— Es que esto es peor que vivir en el barrio del Bronx —Respondí entre mocos y lagrimas.

— Ay ¿De verdad pensaste que te quedaría para comprarte ropa? —se burlaba de mi Yajaira.

— ¡Cállate! Pensé que vestían mal por placer. Dije entre sollozos