You and I? NEVER!

Prólogo

Prólogo.

—Maldito seas Jason. —Gruñí maldiciendo a mi padre por mandarme a este jodido campamento de verano.

Estaba parada en campo abierto, a vista de medio mundo, haciendo guardia frente a una bandera color rosa chicle brillante, exclusivamente elegido por mis carismáticas y bondadosas compañeras de equipo (nótese el sarcasmo) aunque yo había propuesto que fuera verde o marrón para que se camuflara con el ambiente, pero no. Claro que no. Debía ser, y lo cito de las propias palabras de Destiny, "espectacularmente brillante"

Por si no quedo claro, estábamos jugando captura la bandera, chicas contra chicos. ¿Y qué creen? Todas mis compañeras son muñecas barbies que —según yo— tienen suerte de poder caminar con los tacones de diez centímetros que usan y hablar. Pase solo cinco minutos con ellas y mi cabeza se llenó de información innecesaria, además de las ganas inminentes de matarlas a todas. No le veía la justicia a este juego.

—¡Hazte a un lado Johnson! —Gritó Trenton mientras pasaba corriendo a mi lado dándome un empujón.

Buena táctica, salir de la nada gritando para que tu oponente no se dé cuenta. Un aplauso a Trenton Brown y su gran capacidad de pensar.

Este pequeño incidente causo que cayera al suelo, pero antes me deleite aferrándome de su brazo y tirarlo conmigo al piso. Él quedó con la cara aplastada contra este, mientras yo caí sentada. En eso, escuché algunos ruidos, pisadas para ser más exactos. Los amigos del estúpido, fue lo primero que pensé. "Estúpido" ese era mi apodo cariñoso hacía el chico a mi lado.

Necesitaba un plan, antes de que llegaran los demás chicos. Podría pedir refuerzos, y ¿quién sabe? Tal vez las zorras de mis compañeras coquetearan con ellos mientras yo corría en busca de su bandera. Pero ¿En dónde estaban ellas? Mi primer error había sido quedarme y dejarlas solas. Otro ruido y Trenton intento levantarse pero yo lo jale del brazo, él resbaló y cayó al suelo, otra vez.

—¿Por qué están en el suelo? ¿Se cayeron? —Preguntó Michael apareciendo detrás de un árbol al principio del claro en el que nos encontrábamos.

El refuerzo del estúpido.

—No, lo cierto es que decidimos tiramos al pasto para disfrutar del barro y los insectos, Sherlock —Rodé los ojos y emplee un tono sarcástico.

Mike me miró mal y se acercó a nosotros.

—Cuidado, Johnson —Dijo Trenton poniéndose en pie y limpiando el barro de su cara—. No te conviene meterte conmigo y mis amigos.

—¿Disculpa? ¿Eso que oigo es una amenaza? Vete a la mierda, Brown.

—Eres un caso perdido Johnson.

Luego de decir eso, el estúpido y Mike, se acercaron a la bandera. Me puse en pie rápidamente y salte sobre la espalda de Trenton.

—¡Maldición, Sky! —Grito él intentando que cayera—. ¡Mierda Mike! ¡Haz algo!

Mike me agarró de la cintura y logró que soltara el cuello del estúpido, pero mis piernas seguían rodeando su cintura. Trenton empezó a sacudirse y yo golpee su estomagó con mi talón.

—Mierda, Sky. —Gruñó tambaleándose hacia atrás.

Sólo unos pocos centímetros, Sky. Solo unos centímetros.

Aproveche el momento y di un fuerte tirón con mis piernas, Trenton perdió el equilibrio y yo solté su cintura justo a tiempo. Su cuerpo cayó con estruendo y solté una maravillosa risa malévola.

—Sky Johnson ¿Qué crees que estás haciendo?

Deje de reír al escuchar la voz del Coach Collins, el encargado de las actividades y líder del campamento. Mike me soltó casi al instante y puso su cara de perrito mojado, pero segundos después, hecho a correr en la dirección opuesta. Cobarde. Mire a Collins con inocencia y antes de poder hablar dijo:

—Lavaras los platos hoy por la noche como castigo.

Escuche la risa del estúpido, amortiguada.

—No sé qué le ves de divertido, Trenton. Tú también estás castigado.

La risa seso y baje la vista hacia Trenton. Esté se puso en pie y compartimos una mirada de odio profundo. Luego de eso ambos nos fuimos en diferentes direcciones.