2. El vecino

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*Narra Manu*

Suspiré cuándo ví Barcelona debajo de nosotros. Cogí el móvil y saqué una foto.

La publiqué en Instagram y puse:

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La publiqué en Instagram y puse:

Barcelona, mi casa por un año...

── un año -susurré. No puedo evitar pensar en el instituto.-

Me costaría mucho hacer nuevos amigos, estamos a mitad del curso, y para estas fechas, ya cada persona tiene su grupo de amigos.

Una vez fuera del aeropuerto, nos montamos en un taxi y mamá dió la dirección de la nueva casa.

── tu habitación es la del fondo.

Subí y fuí hasta la puerta.

── no me espera menos -rodé los ojos y entré.-

Mis padres tienen unos puesto muy importantes en las empresas en las que trabajan. Por eso siempre nos han consentido en todo a Dennise y a mí.

Dejé la maleta a un lado y me acerqué a la ventana, se vé la habitación del vecino y nuestro patio

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Dejé la maleta a un lado y me acerqué a la ventana, se vé la habitación del vecino y nuestro patio.

Me dejé caer en la cama boca arriba.

── trata de descansar, mañana entrarás al instituto -me senté y la miré.-

── no quiero entrar mañana, será miércoles, prefiero entrar el lunes.

── pero entrarás mañana.

── mamá, ¿no crees que ya tengo suficiente con este cambio como para que me obligues a ir mañana? -me miró unos segundos en silencio.-

── está bien, pero llevarás y buscarás a Dennise al colegio, la chica que la cuidará no viene hasta el jueves.

── tengo nueve años, puedo quedarme con Manu -dijo acercándose.-

── imposible, ambos se quedarán a comer en el lugar en el que estudiarán, Manu saldrá antes que tú, a parte, sabes que siempre está metido en sus cosas -rodé los ojos.-

── nos has traído para que estemos solos todos los días, como siempre.

── no, esta vez estaré con ustedes los fines de semana.

── ¿de verdad? -preguntó Dennise.-

── sí.

── ¿entonces volveremos a estar los fines de semana juntos? ¿Como antes? -pregunté.-

── sí -dijo sonriendo.-

── lo único bueno que he escuchado por ahora -mamá sonrió.-

── acomoden algunas de sus cosas, más tarde buscaré un restaurante y pediré comida.

── vale -dijimos Dennise y yo a la vez.-

Cuándo salieron abrí la maleta en la cama. Empecé a colocar la ropa en el armario, luego los zapatos para terminar colocando los libros que me gustan y algunos que me faltan por leer en una estantería.

Me dí una ducha y me puse una ropa cómoda. Miré por la ventana, estaba oscuro, ni siquiera me había dado cuenta de la hora que era.

Fuí hacia las escaleras, mientras bajaba escuché a mamá hablando por teléfono. Cuándo llegué a su lado tapó el teléfono con la mano.

── ¿qué quieres para cenar cariño?

── sushi.

── de acuerdo.

Terminó de hacer el pedido y luego colgó.

Después de cenar subí a mi habitación y lavé mis dientes. Me acerqué a la ventana dispuesto a cerrarla pero ví al vecino sin camiseta. No pude evitar mirarlo. Se veía sexy dando vueltas con el cigarrillo en la punta de los labios.

No está mal. Pensé.

Cuándo ví que estaba agitando la mano moví la cabeza varias veces, sonrió y se apoyó en el marco de su ventana

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Cuándo ví que estaba agitando la mano moví la cabeza varias veces, sonrió y se apoyó en el marco de su ventana.

── ¿que qué me miras?

── na...na -estaba avergonzado. Esto me pasaba por estar mirando.-

¿Pero qué podía hacer? Es tan sexy que no pude dejar de mirar como daba vueltas por su habitación. Pensé.

── mmm... está bien. ¿Cómo te llamas?

── Numa...digo, Manu -sonrió. Maldita sea, odio cuándo me pasa esto.

── mucho gusto Numa -dijo divertido.- mi nombre es Samuel pero me puedes llamar Samu -me guiñó el ojo para luego soltar el humo. Agaché la cabeza sonrojado.- te dejo, por lo visto vas a acostarte, ya nos veremos mañana -lo miré- digo, es inevitable, vivimos en la misma calle y nuestras ventanas están frente a frente -asentí.- hasta mañana.

── hasta mañana.

── cierra, me quedaré hasta terminar el cigarro -volví a asentir.

── que vergüenza -susurré. Aún sentía mis mejillas arder.

Si decido quedarme... ||EN DREAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora