One Shots ~ W2MCrew

Hazlo por mi

-¿Por qué no estas aquí?....Te necesito y aun así te vas como si yo no fuera nada, o nadie para ti.

La fiebre le hacia decir cosas, tal vez lo que sentía realmente, tal vez lo que no quería decir enfrente de el.

Se levanto tambaleante de la cama, con la vista borrosa y pasos torpes, moría de hambre y en un impulso arrebatado se había puso de pie.

Abrió la puerta con dificultad y sentía su piel erizada gracias al contacto del aire ajeno de aquella gran casa donde vivían, donde vivía, donde vivió.

-Gabo ¿Donde estas?- dijo al viento esperando que su amor le respondiera, pero no fue así.

Bajo las escaleras aferrándose al pasamanos de esta, escalón tras escalón bajaba frustrado por la enfermedad.

Cuando por fin puso sus pies en el firme piso de la planta baja, suspiro.

-Gabo gracias por ayudarme- dijo sarcástico, sin querer notar la realidad.

Movió sus pies, dando pasos lentos, uno tras otro, explorando con las manos ya que sus ojos no le ayudaban de mucho.

-Oh- dijo la sentir la amplia estufa con sus manos, que se encontraba a la mitad de la habitación- ¡Llegue!- dijo aliviadl, sus ojos reaccionaron al fin y logro ver todo a su alrededor.

-Amor- volvió a decir como si el realmente estuviera ahí -¿Tienes hambre?- esperó unos segundos la respuesta y extrañamente llego.

-No bebé-  sonaba igual a la del hombre de su vida, sonaba igual a Gabo-  Yo te preparó la comida- y entonces lo vio, casi una sombra, no se distinguía las facciones de su rostro, ni la ropa que llevaba puesta, era realmente una sombra.

La extraña sombra se movió hasta quedar atrás de Luis, el seguía sin enfocar su rostro, y aun así, se dejo abrazar por el hombre alto y guapo que creía que era

Abrazados frente la estufa sin hacer nada mas que disfrutar el momento, se encontraban, el chico enfermo y la sombra cariñosa.

-¿Qué quieres comer?- se escucho decir de la sombra quien no lo liberaba del abrazo.

-Lo que sea- respondió rápidamente, su novio odiaba cocinar, a excepción si era para el, la sombra a quien ya se le veían las manos, brazos, piernas, pies, todo excepto el rostro, tomo de la mano a Luis, dejo suaves besos en ella y lo llevo hasta la mesa, jamás lo soltó hasta que el estuvo sentado y seguro.

Regreso al lugar anterior, cerca de la estufa y se dispuso a cocinar.

-¿Cómo te siente Lu?- cuestionó al pelinegro, que seguía viendo una sombra solamente

-Bien…- reflexionó su respuesta y volvió a hablar- bueno me siento fatal, pero sabiendo que estas aquí ya estoy mejor.

-Vale- expreso desinteresado- ¿entonces me extrañas mucho?- pregunto de nuevo, su voz sonaba áspera y aunque su expresión no se veía Luis juro que el estaba enfado por algo, y tal vez estaba enfadado con el.

-Claro que te extraño- su voz sonaba débil- Eres mi vida Gabo, ni se que haría sin ti.

-Enfermarte- bufo la voz con desapruebo.

-¿A que te refieres?- Luis estaba mas confundido que nunca, intento levantarse de la silla pero parecía que estaba pegado a ella.

-Es inútil que vengas- el rostro de aquella sombra se ilumino por fin, era Gabo con una mueca de enfado, Luis intento con mas fuerza zafarse de la silla, sin éxito- tu también eres mi vida- Gabo se acerco a Luis y poso su mano sobre la mejilla de este ultimo y empezó a acariciar su pómulo el cual estaba húmedo por las lágrimas que no pudo contener.

Luis recordó todo, todo, hasta el porque ya no están mas juntos. Recordó la muerte de su amado.

-¿Por qué te fuiste?- Luis hablo con las lágrimas, cada vez mas abundantes, en su mejilla.

-No lo se, pero debes prometerme una cosa amor mío- no dejaba de mirarle con cariño- debes dejar de hacerte esto.

-¿Q-qué… c-cosa?- preguntó entrecortado.

-Debes dejarme ir, claramente no estoy feliz, pero… debes olvidarme, sigue con tu vida… por favor… hazlo... por… mi- la sombra y la voz cayeron al suelo, Luis junto a ella intentando que no se fuera, algo imposible.

-TE AMO- retumbo la voz de Gabo en toda la casa, casa que se sentía vacía sin su presencia.

-Yo también te amo- dijo en un susurro para después ponerse de pie.

Tal vez esto no era lo que querían, pero el destino fue cruel con ellos, se deshizo de uno con la muerte, y aunque todos estaban mal por ver al otro sufrir así, nadie podía entender a la perfección lo que le sentía.

La fiebre bajo, con ellas las ganas de vivir, pero sin ser su plan, las palabras de aquel hombre, el hombre de su vida le hicieron reflexionar y pensar en ese: “Hazlo por mi”

Y así fue, lo hizo por el, para el y con el de acompañante, sin que se diera cuenta.

-Hazlo por mi.

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Regrese
"Han pasado 84 años"
Y hay algo Luisabo sad porque ando sad

Si lloraron, MISIÓN CUMPLIDA

Si no lloraron, LEEALO OTRA VEZ CADETE.

❤👑🐵