Los muertos nunca mueren

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Ya va a ser 2 de noviembre y Bruno le propuso a Renata que le hagan una ofrenda al novio, Renata aceptó, y mientras Renata hacía la ofrenda con Bruno, los 2 lloraban, cuando lloró más fue cuando en la ofrenda puso una foto de él cargando de caballito a Renata. Bruno la abrazó, y otra vez Renata puso su cabeza en el pecho de Bruno, como si quisiera escuchar sus latidos. Bruno la besó en la cabeza y continuaron abrazados por 10 minutos. El 2 de noviembre ya estaba terminada la ofrenda y Renata le dijo a Bruno que no podía creer que Stefanos se haya muerto, en ese momento, Bruno se aprendió el nombre del novio, y luego Bruno le dijo que no había muerto, que seguía vivo en su corazón, y que siempre iba a estar presente. Renata lo volteó a ver y le sonrió, Bruno le devolvió la sonrisa. Ese día Bruno le tenía una sorpresa, el había ahorrado toda su vida para ir a las Islas Maldivas, y él le había comprado un boleto a ella para que fueran juntos en la s vacaciones de invierno, Renata se puso a llorar de felicidad y le dijo, cómo sabías que yo quería conocer Maldivas? y Bruno le contestó, es el país que siempre he querido visitar, pensé que e iba a gustar! El 2 de noviembre cambió de un segundo para otro. Después de llorar de tristeza, estaban llorando de felicidad, no sé si le dio una señal Stefanos, pero nunca la había visto llorar de felicidad. El recuerdo de Stefanos es lo más importante para Renata y por eso tiene un plan en Maldivas. Esta idea es súper inteligente, por que va a hacer feliz a Renata y me imagino que a Stefanos le encantaría.

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