Durante la semana Marc había planeado para el sábado hacer un 24 horas con Jep en el bosque, pretendia grabar un vídeo, pero sería divertido salir, despejarse un poco del estrés que le estaba provocando la gente que pedía el búnker de cemento.
Cito a Jep en la plaza el sábado a las 8a.m. para de ahí caminar un largo rato hasta llegar al bosque.Marc se levantó el sábado, ni siquiera vio la hora, tomo una ducha, preparo su mochila, fue a la cocina a desayunar mientras miraba Instagram en su teléfono, cuando terminó de desayunar tomo su mochila y salió, cuando ya estaba en la calle se dió cuenta que había olvidado su gorra. Entonces regreso a su casa, subió a su habitación se peino, pero no encontraba la gorra, la busco por todos lados, detrás de la puerta, bajo la cama, tras las cortinas, abajo del escritorio, en el armario y hasta debajo de la almohada. Se sentó un momento a pensar dónde la había dejado, se dirigió a la cocina, abrió el frigorífico, saco su gorra, tomo su mochila de nuevo y se dirigió a dónde lo esperaba Jep.
Cuando Marc llegó Jep ya estaba allí esperando lo ya eran las 10 a.m.
-Dos horas tarde otra vez, típico de ti-dijo Jep levantándose de la banca en la que estaba sentado.
Marc saludo a Jep y le dijo -tuve unas cosas que hacer- río
-Por un momento, un pequeñísimo momento-dijo juntando un poco el pulgar y el índice- pensé que ibas a llegar a tiempo, pero cuando dieron las 8:45a.m. perdí las esperanzas.
Ambos caminaron hacia el supermercado, entraron y compraron comida enlatada, galletas, bebidas y unas empanadas y dos zumitos para el camino.
Comenzaron a caminar rumbo al bosque donde Marc había construido un pequeño refugio meses atrás.