Destino Blanco

1

— La noche hacia de la suyas con su esplendorosa luna llena. Luna que indicaba que los alfas y omegas debían buscar a su pareja para pasar el resto de su vida juntos, aunque algunos otros sólo salían a aparearse, ya que encontrar a la pareja predestinada algunas veces costaba demasiado trabajo, pero aun así la luna llena hacia el efecto en ellos dándoles el deseo de querer aparearse con alguien llenandolos de lujuria. Sin embargo, Ruby, hermana menor de Yang, alfa de la manada; tenía el problema de aún no presentarse, lo que le hacía aún más difícil este labor. —

Yang: Muy bien, Ruby. Tu te quedas aquí en casa. Cierra bien las ventanas y las puertas

Ruby: ¿En serio deben dejarme?

Yang: Ruby, ya lo hemos hablado. Como Alfa debo hacer cosas con mi omega en luna llena

Blake: - Le da un codazo a Yang en el abdomen sacándole un quejido - Solo son dos noches, tranquila. Todo estará bien

Ruby: Bien...

Yang: - Acaricia la cabeza de Ruby con cariño - Tranquila, sis, ya llegará tu momento

Ruby: Aún sigue siendo frustrante. Diecinueve años y aún nada

Yang: Hey

Blake: Se paciente, Ruby. Algunos libros dicen que puede llegar antes la pareja predestinada que presentarse

Yang: ¿Lo ves?

Ruby: Está bien.. Ya no las entretengo con mi berrinche. Ya váyanse, que empiezan a oler mucho a hormonas

Yang: A-Ah, lo siento

Blake: Cuidate, Ruby

— Blake y Yang salen de la casa transformándose en un oso y una pantera respectivamente para empezar a correr y jugar un poco mordiendose entre ellas adentrándose en el bosque conforme avanzaban. —

PDV Ruby
- Bien, las puertas están cerradas, las ventanas también y... Siento que me falta algo... ¡La ventana de mi cuarto!

— Ruby corre escaleras arriba hacia su habitación llegando a la ventana, pero antes de que pueda cerrarla, siente un aroma que seduce por completo sus sentidos. —

Ruby: ¿Q-Qué?... ¿Qué es esto?... Huele.. Muy dulce

— Ruby empieza a sentir como su lobo rasguñaba y gruñia desde su interior, quería salir y buscar al portador de ese olor. Pero no era momento para eso, o al menos eso quería hacerse creer Ruby. Conteniendo la respiración cierra la ventana finalmente y sale de su habitación, pues aparentemente aquel aroma quedó impregnado en el. Cierra la puerta y se dirige a la cocina, necesitaba relajarse y para ello quería galletas. —

Ruby: - Se sienta en la silla frente a la mesa y comienza a comer una galleta - Demonios... ¿Qué fue eso?... Aún siento ese olor - Ruby de repente siente como algo comenzaba a apretarse en su ropa interior - ¡Oh no, tu no empieces! - Cruza las piernas y las aprieta un poco entre sí como sí eso fuese a parar lo que crecía ahí dentro - ¿Por qué me pasa esto?... Yo.. No

— Ruby vencida y sumisa ante el olor, se levanta y comienza a caminar hacia la salida de la casa diciéndose a si misma que no perdería nada buscando a quien sea dueño de ese olor.
Abre la puerta, la cierra y comienza a correr en dirección al bosque, dando unos pasos más salta y se convierte en un lobo negro, que por el efecto de la luna este era más grande de lo normal.
Siguiendo su camino en forma de lobo rastrea ese aroma con su olfato lo mejor que puede, pues al estar extasiada se le hacia difícil concentrarse. Finalmente notando que está cerca del límite de su territorio empieza a razonar acerca de donde se dirigía. Podía ser una trampa o algo parecido, pero descarta esa idea, ya que nadie puede saber que olor puede llegar a gustarle a su lado animal. —

PDV Ruby
- Podría volver a casa... Pero ese olor seguirá llamándome... Bien, sí hay algún peligro aún puedo defenderme, Yang me ha enseñado bastante bien a como hacerlo en mi forma de lobo. Después de todo, enfrentarse a un oso no es nada sencillo... Ahg, ese olor es más fuerte aquí.

— Ruby cruza el límite del territorio. Conforme seguía el olor se hacía más intenso, más difícil de sobrellevar y su lobo estaba empezando a desesperarse. Ruby finalmente ve en la orilla de un río a una joven de cabello blanco inconsciente, y aparentemente, la dueña de ese olor. Ruby al ver que era el río que indicaba el territorio de la manada de los zorros se la piensa dos veces, pero finalmente decide ir por ella.
Al llegar al cuerpo de la joven inconsciente nota que está tiene heridas en su rostro y en su brazo izquierdo, provocando en su instinto lamerlas para curarlas, lo cual sin poder retenerse más, hace.
La joven peliblanca gime un poco ante la lamida del lobo aún sin poder despertarse. Ruby tenía la necesidad de hacer suya a aquella chica que gracias a la luz de la luna la hacía ver aún más hermosa, o tal vez era simplemente su deseo.
Ruby de repente fija su mirada en el cuello de la albina teniendo el instinto de marcarlo con una mordida de apareamiento para que nadie más la pudiera tomar, para que todos vieran que era suya. —

PDV Ruby
- Calmate, calmate, calmate... Ella no está en sus cinco sentidos, no puedes hacerle esto. Relajate... Tampoco es muy seguro seguir aquí

—Toma a la chica con su ocico y la sube a su lomo para empezar a caminar de regreso a su territorio. —

- Muy bien, lo estás haciendo bien. Solo relájate, respira, no pienses más en esas cosas. Ella necesita ser atendida.

— Ruby undida en sus pensamientos para calmarse no nota que su acompañante comienza a despertarse. —

---: M-Mh...

— La albina abre poco a poco sus ojos, parpadeando varias veces para acomtumbrar sus vista. Cuando finalmente lo logra nota el movimiento bajo su espalda y como todo a su al rededor avanza. Se sienta y mira hacia abajo notando la cabeza de un lobo asustandose al instante, haciendo que se tambalee provocando que caiga.
Ruby al escuchar el grito y la caída se voltea para ver que la pequeña causa de sus grandes deseos está en el suelo viéndola con miedo mientras tiembla. Ella intenta acercarsele pero la joven se aleja rápidamente de ella ocasionando que su lobo se sienta triste.
Ella notando que le tiene miedo a su forma de lobo se sienta y empieza a actuar como un perro normal sacando la lengua tratando de parecer amigable. —

---: E-Eres uno de esos ca-cambia formas, ¿No?..

— Ruby aciente algo confundida ante lo dicho por la contraria. —

---: ¿Vas a.. Vas a hacerme daño?

— Ruby se levanta y comienza a caminar de nuevo hacia ella mientras está hace todo por alejarse arrastrándose sin poder levantarse, chocando su espalda finalmente contra un árbol siendo acorralada por Ruby. —

---: ¡Por favor no! - Cierra los ojos con fuerza mientras trata de escudarse con sus brazos -

— La peliblanca abre sus ojos con sorpresa al sentir la lengua del lobo lamiendo su brazo. —

Ruby: No te haré daño, tranquila. Puedes lastimarte más. Necesitas que alguien te atienda

---: ¿Q-Qué?... - Abre la boca queriendo decir algo más pero sin resultados, ya que le asombro aun más que el lobo le hablará y justo con una voz de mujer -

— Ruby, igualmente sorprendida deja de lamer el brazo de la contraria, pues no esperaba que la chica pudiera oírla. Se supone que solo con quien tiene lazos muy cercanos pueden hacerlo, incluso solo su pareja predestinada podría... —

Ruby: ¿Puedes entenderme?

---: S.. Sí

Ruby: Entiendo... Mi nombre es Ruby, Ruby Rose. ¿Cuál es el tuyo?

— Algo indecisa la de ojos azules da su nombre a aquel lobo que le parecía aún intimidante. —

Weiss: Weiss... Weiss Schnee