MáxMe encontraba sentado en mi silla de cuero negra de mi oficina mientras pasaba mis manos por mi rostro con frustración, cuando todo marcha bien siempre hay algo que arruina todas las cosas o en este caso sería alguien.
¿Cómo es posible que Emma esté embarazada? Aún no estoy preparado como para tener hijos, pensaba mientras mi vista se dirigió a un pequeño cuadro con una hermosa fotografía que reposaba sobre mi escritorio.
Tomé el cuadro entre mis manos y lo acaricie lentamente con la llama de mis dedos mientra en mis labios aparecía una pequeña y triste sonrisa.
En la fotografía salía Emma sonriendo hacia la cámara con una hermosa niña recién nacida sosteniendola entre sus brazos, mis princesas, si tan sólo no hubiese despegado mis ojos de ella quizás nada de eso habría pasado, por eso es lo mejor el tema de la adopción, simplemente no soportaría otra pérdida más.
Tomé el teléfono que estaba a mi lado derecho en el escritorio y le marque a Rose, mi secretaría
-¿Si señor Foster?- escuché la voz de mi secretaría al otro lado de la línea.
-Rose, ven un momento a mi oficina- dije para luego colgar el teléfono sin obtener respuesta, al rato escuché unos leves golpes en mi puerta para luego está ser abierta y dar a paso a mi secretaría, una mujer de unos 50 años de edad ya que Emma prácticamente me amenazó diciendo que no quería que contratará a una secretaría más joven ya que la mayoría eran de esas típicas que intentan seducir a su jefe, ese acto de celos me causó ternura y un poco de gracia por lo que no le reclame nada ya que en primera para evitar una discusión absurda y segunda me da igual la edad que tenga mi secretaría mientras haga bien su trabajo me da igual su edad, además que sería incapaz de engañar a Emma ya que la amó demasiado y bueno debido a eso contraté a Rose, una mujer que se lleva de maravillas con Emma y que es muy cariñosa y simpática además de hacer muy bien su trabajo.
-¿Me necesita señor?- dijo mientra se adentraba a mi oficina.
-Si, Rose necesito que me averigues a familias que quieran adoptar un bebé.
-¿Adoptar? No es por sonar entrometida ni nada de eso pero... ¿para que necesita a alguien que quiera adoptar a un bebé?
Solté un largo suspiro antes de contestar, al fin y al cabo esta mujer se a vuelto como una segunda madre para mi siempre me da buenos consejos.
-Emma está embarazada- solté, al instante vi como una sonrisa aparecía en sus labios- pero lo queremos dar en adopción- su sonrisa desapareció.
-¿Adopción? ¿a su hijo? -preguntó incrédula.
-Si, tener hijos aún no estaba en nuestros planes por el momento.
-Mi niño ¿puedo decirte algo?- preguntó mientras se acercaba a mi y tomaba mi mano delicadamente yo solamente me dediqué a asentir con la cabeza para que me dijera lo que tenía que decirme- Por favor piensen bien las cosas antes de cometer una locura, un niño no es como entregar cualquier cosa que con el tiempo después se va a olvidar, están entregando a su hijo, sangre de su sangre, por favor mi niño piensen bien las cosas antes de que se puedan arrepentir- dijo mientras se encaminaba hacia la puerta- iré a hacer lo que me pidió, pero por favor hablé con su esposa y piensen bien la cosas ¿si?- yo solamente me dediqué a asentir mientras ella se dirigía hacia la puerta.
(.......)
Me encontraba en mi oficina terminando de firmar y leer unos documentos asta que oí la puerta de mi oficina ser abierta y escuchar hablar a mi mejor a amigo.
-¡Hey hermano del alma! ¿cómo estas? ¿cómo te ha ido en tu día?- dijo mientras se sentaba en la silla que estaba frente a mi escritorio.
-¿Qué favor quieres que te haga ahora Ryan? Y te he dicho miles de veces que toques la puerta antes de entrar- dije sin despegar mi vista de los papeles que tenía en mis manos.
-¿Favor? ¿a mi?- dijo mientras ponía cara de desentendido- sólo quería ver cómo se encontraba mi mejor amigo, no, me retractó, quería saber cómo se encontraba mi hermano. Ademas, ¿qué tiene que entre sin tocar la puerta? Estas es horas de trabajó ¿no? O es que puedes estar con Emma... ya sabes...- dijo mientras sonreía y levantaba sus cejas se arriba hacia abajo.
-No seas baboso Ryan, bueno para que negarlo, si es por eso- dije mientras sonreía y escuchaba la carcajada de mi amigo- pero ese no es el punto ve al grano y dime que quieres, te conozco y se que no vienes a mi oficina sólo por venir, dime ¿qué quieres ahora?
-esta bien me atrapaste, necesito un favor de ti y Emma- yo solamente me dediqué a levantar una ceja en su dirección para que continuará hablando- necesito que me cuides a April por tres días.
-¿por que?
-tengo que viajar a Italia por que necesito firmar unos acuerdos que tengo con algunos socios y no me da confianza dejarla sola con su niñera por tres días, además que me encantaría llevarla conmigo a ese viaje pero me mantendré ocupado los tres días y no podré estar con ella.
-bien cuando llegué a casa hablaré con Emma, se pondrá bastante feliz en cuidarla y pasar con ella esos tres días.
se preguntaran ¿quién es April? Y ¿por que Ryan quiere que la cuidemos nosotros?
April es la hija de Ryan, apenas tiene 3 añitos y no deja a la niña con su madre ya que lamentablemente murió al dar a luz a la niña. A Ryan no le afectó mucho ya que estaban viviendo juntos y todo pero solamente lo hacían por la niña para que no se criara con sus padres separados. Emma y April tienen una conexión muy especial, las dos se llevan de maravilla, Emma y la madre de Ryan lo ayudaron con el tema de la paternidad ya que era padre primerizo y obviamente no sabia ni siquiera como cambiar un pañal, esa niña igual se ha robado una parte de mi corazón, por eso por Emma y por mi no hay ningún problema en cuidarla durante tres días.
-Gracias hermano enserio no se que haría sin ustedes. mi vuelo sale mañana por la noche y pasaré a dejar a April a tu casa alrededor de las 6 pm ¿a esa hora Emma estará en casa?- dijo mientras se acercaba a mi para despedirse con un golpe de manos.
-Si, deja a la niña con ella mientras, yo llegará allá después del trabajo a sí que no creo que nos veamos hasta dentro de tres días cuando pases a buscar a April.
-Bien nos vemos en tres días entonces y de nuevo gracias por cuidar de mi niña- dijo mientras se dirigía hacia la puerta de mi oficina.
-No es nada, sabes que puedes contar con nosotros para lo que sea y suerte en tu viaje- dije antes de que saliera por la puerta para luego marcharse.
ESTÁS LEYENDO
Mi Maravilloso Error
Teen Fiction-¿entonces? -buscaremos una forma de deshacernos de eso. -¡¡"eso" que tu lo llamas es tu hijo Max!! -¡no Emma no es mi hijo! Yo ya te dije no me haré cargo de él y apurate que vamos al doctor para ver cuanto tienes y cuando lleguemos vemos si aborta...