Cerré la puerta de la habitación y me senté en la cama mientras podía sentir como una lágrima tras otra se deslizaban por mis mejillas. Si el tan solo me entendiera y supiera que ambos sufrimos por lo mismo, a la personita que perdimos no solo era de el, si no, que era mía también.
Instintivamente llevé mis manos a mi vientre y lo abraze mientras dejaba que más lágrimas bajaran. Ni si quiera yo me puedo explicar por qué soy partícipe de lo que quiere hacer Max.
Levante la vista y la dirijo hacia la mesita de noche que estaba a mi lado. Tomo la pequeña fotografía y la acaricio con mis dedos ¿por qué nos tuviste que dejar? Aún eras un pequeño angelito que tenía mucho por vivir, te faltó ir a tu primer día de escuela, te faltó hacer un berrinche por no querer comprarte lo que tu querías, te faltó tener tu primer beso, te faltó que me presentaras a tu primer novio y que tu padre no lo acepte para que no le quite a su princesa, te faltaron tantas cosas por vivir mi niña hermosa. Apenas estabas aprendiendo a iniciar tu vida, pero te tuviste que ir. Dejando un gran vacío en mi pecho y en el de tu padre.
Si tan solo el entendiera y dejara de culparse, si tan solo supiera que nada de lo que pasó es su culpa. El hizo todo lo que pudo para que ese maldito auto no te hiciera nada. El aún no entiende que no es su culpa que tu como la pequeña niña inocente que eras y no supieras que es el peligro te soltaras de su mano y corrieras a la calle.
Nada de lo que pasó es su culpa mi amor y menos la tuya. Pero no hay manera de que el lo pueda entender.
Acaricie la foto con mi mano, en la que salía Max y yo sonriendo y nuestra pequeña hija e mis brazos. ¿Que hicimos para que nos pase eso? ¿Que es lo que hicimos mal para perderte mi amor?
Flash Back
Sentía como mi cabello se movía suavemente sobre mi cara gracias a la delicada brisa del aire.
Me encontraba sentada en la banca de un parqué esperando a Max y Sofía que habían ido a comprar un helado a la heladería que quedaba cruzando la calle del parqué, mientras tanto yo observaba a los niños correr de un lado a otro, personas paseando a sus mascotas, parejas caminando de la mano y que mejor que un radiante sol acompañando esta tarde.
Solté un largó suspiró de felicidad, todo en mi vida parecía ir de maravilla tenía una hermosa hija a punto de cumplir sus tres añitos, hace un tiempo comenze una relación con max, todo parecía tan perfecto.
Parecía...
Saqué mi móvil del bolsillo de mi pantalón para verificar la hora, al bajar la vista sentí el chirrido de las ruedas de un auto y a continuación un fuerte golpe que sonó cómo un zumbido, al instante en mi pecho se instaló un fuerte dolor, me levanté rápidamente de la banca en la que me encontraba sentada sin importarme en dónde saltó mi móvil y a paso apresurado comencé a acercarme al montón de personas que se encontraban en la calle, cuándo llegue allí comencé a hacerme espacio entre la gente para poder ver mejor, cuando al fin logré ver bien lo que sucedía, no lo podía creer.
Mi vista viajó inmediatamente al auto que se encontraba de lado horizontal en la calle estrellado contra un poste, luego vi tirado al lado del auto un pequeño zapatito rosa de bebe, luego de eso a max que lo intentaba sujetar fuertemente un policía y su rostro empapado en lágrimas, y de último allí estaba, en medio de la calle, un cuerpito tirado tapado con una manta blanca, oh dios mío.
-¡¡SOFÍA!!—un grito desgarrador salió de mi garganta y millones de lágrimas comenzaron a empapar mis mejillas, no lo dude ni un segundo y corrí hacía el cuerpo de mi hija arrodillandome a su lado—¡Sofía mi amor despierta! ¡mi bebe por favor!—lloraba fuertemente mientras abrazaba a mi hija.
-Señora por favor levantese la ambulancia viene en camino—habló un oficial.
-¡Mi niña por favor! ¡sofia! ¡hija no me hagas esto despierta por favor! ¡mi amor! ¡no me dejes Sofía por favor! Vamos abre tus ojitos bebé por favor— fuertes sollozos salian de mi garganta y abrazaba a mi hija lo mas fuerte que podía como si no quisiera que se fuera de mi lado. Y eso era lo que ya había pasado.
Ella se había ido... se había ido... dejando un fuerte dolor en mi corazón.
Fin Flash Back.
Solté un fuerte sollozo mientra dejaba la fotografía en su lugar y me levantaba de la cama para ponerme la pijama, una vez puesta me dirigí a la cama y me cubrí con las sábanas mientras más lágrimas caían de mis mejillas.
Luego de unos minutos pare de llorar y logre tranquilizarme, al rato siento la puerta de la habitación ser abierta y la voz de Max.
-Emma— Susurró pero no respondí— ¿Amor estas despierta?— Volvió a susurrar pero nuevamente no le contesté, en este momento no tenía ánimos de hablar con el, escuché como suspiro y luego camino a través de la habitación. A los minutos la cama se hundió a mi lado y sentí sus brazos rodearme la cintura.
Una mano se posó en mi vientre y rápidamente la quitó, como si hubiera tocado fuego, rode los ojos, solo es su hijo al que toca.
Sentí que me dio un beso en la frente y me abrazó más fuerte para luego susurrar— Esto me duele igual que a ti. Pero ya no puedo dar marcha atrás y que suceda lo mismo que sucedió con Sofía. No estoy listo para vivir algo similar.
Solo cerré mis ojos fuertemente y preferi quedarme dormida y no seguir escuchándolo. Eso solo hace que me cree falsas esperanzas de que nos podamos quedar con nuestro hijo
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Mi Maravilloso Error
Novela Juvenil-¿entonces? -buscaremos una forma de deshacernos de eso. -¡¡"eso" que tu lo llamas es tu hijo Max!! -¡no Emma no es mi hijo! Yo ya te dije no me haré cargo de él y apurate que vamos al doctor para ver cuanto tienes y cuando lleguemos vemos si aborta...