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Good to me ⁴/⁴

︴21 años ︴

-Estás listo para saber la verdad-

Dijo Wonwoo entre la oscuridad de la habitación, deshaciendo el nudo de su corbata, mirando la piel del torso de su ahora amante descubierta, en aquel instante Soonyoung solo cubría su cuerpo con una bata de seda rojiza, su tersa piel era iluminada por la luna llena, provocando que Wonwoo lo deseara más.
Soonyoung volteo levemente mirándolo fijamente, deseaba sentir aquellos labios sobre su piel por primera vez, contándole la verdad lentamente; Wonwoo se acercó, la soledad de la habitación solo hacían que cada paso del mayor tuviera un eco que resonaba en los oídos de Soonyoung.

- Soy Jeon Wonwoo, vengo de un linaje de vampiros poderosos, no soy cualquier abogado; yo elijo que humano muere y que humano sobrevive en nuestra sociedad... -

Wonwoo hablaba con aquella voz gruesa e intimidante; el menor podría describirlo como algo malvado, inclusive macabro y sin embargo lograba sonar tan bien en sus adentros, enviaba electricidad a cada rincón de su cuerpo, su aliento sobre el cuello sensible de Soonyoung hacia que disfrutara en silencio del trato especial sin dejar de estar atento a las palabras del mayor.

- Y las mascotas humanas normalmente son solo bocadillos en el parlamento, sin embargo cuando te adopté todo cambio.
Estaba lleno de ira, molestia por el abandono de Sharon ante mi aburrimiento de viajes; me encontraba solo, dejé consumir demasiadas vidas a causa de ello, en consecuencia mis manos están llenas de sangre y mi consciencia lo tiene presente; pero tú lo cambiaste todo, desde el primer día confiaste en un monstruo, le diste tu corazón y ablandaste cada pensamiento de éste -

Wonwoo susurró en su oído deslizando sus manos hacia la suave tela, dejando caer la parte superior de esta para poder descubrir y explorar aun más la piel de su amado Soonyoung, comenzaba a desearlo más; las palabras "bocadillo" y "amor" rodaban por su mente, para Soonyoung ya no era necesaria la vida si podía entregársela a su amado.

- Puedes tomar mi vida si así lo deseas, Wonwoo-

Susurró Soonyoung con cierta impaciencia, con una nueva faceta del joven descubierta, Wonwoo sin embargo de manera paciente continuó, sus frías manos acariciando las del joven, sus labios sobre su cuello y hombro, recibiendo algunos jadeos como respuesta al contacto.

-No puedo tomar tu vida cuando tu ya tomaste la mía, Soonyoung-

Wonwoo lo volteó, viendo su pecho y abdomen desnudo; aquel rostro angelical, sus ojos mirando los del hematófago con timidez, sin duda sentía que estaba en el cielo con tan bello ángel frente de el; sin pensarlo más ambos rozaron sus labios formando un suave y lento beso, que ambos disfrutaron como si fuera el primero.
La única prenda de Soonyoung desapareció de su cuerpo al instante, los besos subían de intensidad conforme los segundos pasaban; pequeños jadeos ahogados salían de los labios del más joven, Wonwoo lo trataba con tanta delicadeza que sentía que podría morir por ello, aquellas frías manos se amoldaban tan bien a su cuerpo, ser acariciado por aquel hombre era como si tocara el cielo.
Con torpeza desabotonó la camisa de la persona que a los ojos de cualquier otro ser seria un demonio pero para él era su salvador, la persona que lo acobijó y que le ofreció todo su amor; lentamente la ropa de Wonwoo también desaparecía, dejaba que Sooyoung jugara y experimentara con sus manos, labios y lengua cada parte que el deseara; los jadeos fueron los que sin duda no tardaron en desaparecer, Soonyoung se perdía en los embriagantes y roncos sonidos del mayor cuando la calidez de su boca y lengua se alojaban en su miembro, amaba el ritmo que el hematófago le marcaba cuando jalaba suavemente sus cabellos y no podía negar que ver a Wonwoo jadeando con el deseo en su mirada era lo más erótico que había presenciado en su relativamente corta vida.