᥉᥆᥆ᥒ⍵᥆᥆﹕⍵᥆ᥒ᥉᥆᥆ᥒ ⍵᥆ɾᥣᨸ ﹱ

d e s t i n y ⅓

Sinopsis: Un terrible hombre con la maldición de morir una vez que encuentre a su pareja predestinada.
AU donde Jeon Wonwoo es un ser despreciable ser que ha vivido 400 años y Kwon Soonyoung solo un humano promedio.
ㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ      ㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ       ㅤ ㅤㅤ ㅤ     
«Haz cometido un pecado sin perdón, odiaste tu existencia y la existencia de todo ser a tu alrededor; por ello como castigo se te impedirá la muerte, al menos hasta que llegué tu pareja predestinada... Pues el día que aprendas a amar será el día en que tu existencia se resuma a la nada »

O1. D r e a m

Había un joven sentado en su vieja silla de madera, sus ojos cerrados como si estuviese durmiendo pacíficamente, era pequeño a comparación suya, su piel brillaba ante el leve toque del sol entre tanta penumbra, sus ropas eran blancas con manchas rojizas, sus delicadas manos estaban llenas de sangre al igual que sus pies descalzos y un arbusto lleno de espinas  parecían abrazarlo, como si se despidiera de aquella angelical figura.

De esa manera despertó Jeon Wonwoo, acurrucándose  maldijo una vez más el estar vivo tras cuatrocientos años; durante su solitario desayuno recordaba las palabras dirigidas a él por dios, recordó su triste maldición y con ira culpó nuevamente a todos los seres que le rodearon aquella vez.
Sin comer en su totalidad tomó una ducha, miró en el semi empañado espejo su silueta desnuda, acaricio su cuerpo sintiendo todas las cicatrices que marcaban su cuerpo, cada una de ellas habían sido un intento de muerte fallido, con un suspiro lleno de molestia camino hacia su closet para alistarse hacia su trabajo.
Subió al auto y condujo hasta su el lugar donde trabajaba, entró al edificio y subió a su oficina sin decir nada, Wonwoo era la clase de persona que no se detenía a convivir con sus empleados ni compañeros, el solo iba a ganar dinero y por ello todos los demás evitaban lo más que se pudiera el contacto con el mayor.

— Señor Wonwoo, hay un paquete del señor Junhui en la sala de espera, salga a firmar, por favor —

Llamó la secretaria por el teléfono de la oficina, el hombre suspiró con molestia y salió de su oficina para toparse con algo, no, mejor dicho con alguien que le quitaría el sueño.

— Buenos días por favor firme aquí —

El hombre que le saludaba con un pequeño grupo de papeles era el mismo que había visto en sus sueños aquella mañana, un muy fuerte dolor en su pecho se hizo presente al mirar aquellos pequeños ojos volverse finas líneas al sonreír, todo a su alrededor por un instante se volvió borroso, sintió como la gravedad reclamaba su cuerpo y como el joven contrario cambiaba su semblante antes de que cerrara los ojos y cayera inconsciente.

Wonwoo abrió los ojos, yacía perdido en otro sueño, solo que esta vez reconocía el ambiente, era un salón de baile iluminado de una cálida luz dorada, los violines eran tocados con una tranquilidad abrumadora y los floreros estaban llenos de flores blancas, camino por el tan familiar lugar hasta que miró aquellas finas líneas y sonrisa, era el repartidor de hace unos instantes, Wonwoo le miro y dejo que el contrario se acercara y comenzará a bailar con él. Ambos en completo silencio bailaban juntos como si solo ellos existieran; sin embargo, el punzante dolor en el pecho de Wonwoo le obligó a separarse de él sin explicación, de nuevo.
Mientras tanto en la cruda realidad el joven repartidor miraba el reloj en su muñeca con una mueca de preocupación, sus clases iniciaban pronto y el serio hombre no despertaba, con suavidad golpeó el hombro del mayor quien con lentitud abría sus ojos.