—Te ves tan nervioso Craig, ¿dónde quedó tu valentía? —Su voz se tornaba más ronca, nunca había visto a su mejor amigo así.
—Si estas en mi espacio personal Stanley, ¿por qué haces esto?—Dijo mordiéndose el labio, mientras dirigió su mirada a Marsh, quien tenia una sonrisa de lado. —¿No estabas borracho? Apenas podías caminar y ahora me tienes acorralado.
Stan lo observo con fastidio y dirigió su diestra acariciando el rostro del azabache, acariciaba con delicadeza y de pronto su cara se tornó completamente roja, lamió sus labios.
—Creo que gracias al alcohol podré hacer esto-Dijo Marsh delineando los labios del mayor .—No he hecho nada y ya estas sonrojado, esta faceta de ti nunca la he visto jamás, me encanta.
Antes de que Craig pudiese decirle algo, el azabache no dudo en ningún segundo en unir sus labios junto a los suyos, quizás sea su única oportunidad de besar a Craig e iba a aprovecharlo.
Marsh lo tomó aun mas de la caderas, haciendo que enrosque sus piernas a su alrededor, profundizaron aun mas el contacto y algunos jadeos se escapaban de la boca de Tucker, era algo que había ansiado desde que se había enamorado de el, ¿pero qué sentía Stan? Seguramente lo besaba de práctica, sintió un poco de dolor, su cabeza solía jugarle malas pasadas, arruinando todas sus esperanzas.
—Dios Craig—Suspiró, una vez que se separó de el. —Tienes unos labios tan dulces.
—Stan estas borracho—Le dijo evadiendo sus palabras. —Mejor vayamos a descansar, te prepararé un café y dormiras un buen rato, estúpido ebrio.
Stan agachó la cabeza y comenzó a caminar más rápido, no iba a negar que le había molestado la actitud de Tucker, ¿no se daba cuenta de nada? lo más probable es que siga pensando que Stan siga enamorado de Kyle.
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—Hazme un gran favor y bebe esto—Le otorgó una taza de café negro.— Quedarás como nuevo, yo iré a darme una ducha, ¡estoy muerto!
A Stan siempre le habia gustado lo detallista y lo amable que era Craig con el, es más, le sorprendía el trato que le daba.
El azabache asintió bebiendo de la taza, mientras vagamente su vista se perdía en el cuerpo de su mejor amigo, sintió un respingo cuando se quitó su sudadera y la dejo sobre el sofá.
El menor dejo la taza sobre la mesa y sigilosamente siguio a Craig hasta el baño, antes de que el alcohol abandone su cuerpo, debía cumplir su deseo.
