El azabache quedó atónito ante su mejor amigo, sabía que no podía esquivarlo, ¿será mejor que le diga la verdad?
—Lo conozco desde qué somos pequeños—Comenzó a relatar el mayor, sin observar a su amado, quien lo observaba atento de sus palabras. —Pero hace muy poco que nos llevamos bien.
Mordió su labio inferior callandose, estaba siendo muy obvio.
—¿Quién es Craig?—Insistió nuevamente.
—¡Eres tu, idiota!—Exclamó enojado, mientras tapó su boca.
Stan sonrió y se levantó de la silla, acercándose con tortura hacía el tembloroso mayor, quien a esos extremos se asemejaba a una gelatina.
—¿Así qué te gusto?—Su tono de voz era cálido y sensual, tanto que Craig suspiro.
Las manos del azabache se paseaban sin morbo en el pecho del mayor.
—Desde siempre—Lamió sus labios, quedando frente a Marsh. —Siempre Tweek me dijo que sentías algo por mi, pero no le creí.
Stan sonrió. —¿Qué te hizo dudar de aquello pequeño?
Oh juro que su piel se había erizado con oír aquella palabra.
—Pensé que me veías como un mejor amigo, yo decidí tomármelo muy enserio y dejar de pensar en ti de otra forma—Jugó con los bordes de la camisa, rozando sus labios con los ajenos.
Sus cuerpos se mecian entre si, mientras sus miradas se fundian entre ellas. La tensión entre ellos bullía y ardía.
—Siempre estuve enamorado de ti—Confesó finalmente Marsh, besando a Tucker de una vez.
Tucker tomó por sorpresa aquella confesión, mientras a paso lento intentaba seguirle el beso a su compañera, quien al parecer se encontraba apresurado y entretenido con sus labios, se le escapo un jadeo cuando este jaló su inferior.
Una vez finalizado el encuentro de labios, el menor abrazó por la cintura a Tucker, atrayéndolo con su calor.
—Y yo de ti—Encontró su mano y la entrelazó con la suya. —Te amo, te amo tanto.
Tucker sentía que lloraría con tantas emociones, pero mordió su labio inferior aprisionando las lágrimas de felicidad.
—Te he mentido—Susurró cerca de el y el miedo comenzó a correr en su sistema.
—¿Q-qué? ¡Stan!—Le reclamo pensando lo peor.
—Esa noche..—Dijo paseando sus dedos por el hombro ajeno. —Estaba borracho pero no del todo, así que técnicamente recuerdo todo, creeme que jamás lo olvidaré.
El sonrojo se acumulaba de a poco en sus mejillas, recordando la escena tan explicita de dias atrás, sintió que su cuerpo ardía en llamas. Era una sensación tan inexplicable que no podía definirla con facilidad.
—¿Por qué tan callado? ¿Recordabas lo de esa noche?—Preguntó pícaro. —Pero me mentiste.. ¿No crees que mereces ser castigado por mentiroso?
Craig negó repetidas veces con la cabeza, golpeo al menor en el hombro y se alejo a pasos lentos.
—Ni se te ocurra ponerme un dedo encima, Marsh—Observaba cada uno de sus movimientos.
—Creo que dejare de emborracharme—Dijo. —Ya que te tengo a ti, lo tengo todo.
Stan abrazó por ultima vez al azabache, sin tener la necesidad de soltarlo.
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¡decidi dejarle un final abierto! espero que les haya gustado, muy pronto habra staig.
para los que leen teach me, viene la tercera guerra mundial.
