Annie y la Cámara de los Secretos

12. Petrified Colin

COLIN PETRIFICADO

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Habían llegado a la enfermería. La señora Pomfrey estaba que echaba humo.

—¡Tendrían que haber venido enseguida aquí! —dijo hecha una furia y levantando el triste y mustio despojo de lo que, media hora antes, había sido un brazo en perfecto estado—. Puedo recomponer los huesos en un segundo..., pero hacerlos crecer de nuevo...

—Pero podrá, ¿no? —dijo Harry, desesperado.

—Desde luego que podré, pero será doloroso —dijo en tono grave la señora Pomfrey, dando un pijama a Harry—. Tendrás que pasar aquí la noche.

Las chicas esperaron a Harry y Ron, mientras el pelirrojo le ayudaba a vestirse.

—¿Te atreves ahora a defender a Lockhart, Hermione? —le dijo Ron a través de la cortina mientras hacía pasar los dedos inanimados de Harry por el puño de la manga—. Si Harry hubiera querido que lo deshuesaran, lo habría pedido.

—Es un estúpido —escupió Annie, muy enfadada aún.

—Cualquiera puede cometer un error —dijo Hermione—. Y ya no duele, ¿verdad, Harry?

—No —respondió Harry—, ni duele ni sirve para nada.

Ron abrió la cortina dejando pasar a las chicas. Annie se sentó en la camilla, al lado de Harry.

—Esa cosa me da escalofríos —comentó Annie frunciendo el ceño, apuntando al brazo sin huesos.

La señora Pomfrey cruzó la cortina, con una gran botella. La etiqueta ponía Crecehuesos.

—Vas a pasar una mala noche —dijo ella, vertiendo un líquido humeante en un vaso y entregándoselo—. Hacer que los huesos vuelvan a crecer es bastante desagradable.

Harry al tomar el primer trago, se atragantó y tosió por el mal sabor.

Annie lo ayudó a beber un poco de agua.

—¡Pero hemos ganado! —le dijo Ron, sonriendo tímidamente—. Todo gracias a tu jugada. ¡Y la cara que ha puesto Malfoy... Parecía que te quería matar!

—Me gustaría saber cómo trucó la bludger —dijo Hermione intrigada.

—Podemos añadir ésta a la lista de preguntas que le haremos después de tomar la poción multijugos —dijo Harry tratando de acomodarse—. Espero que sepa mejor que esta bazofia...

Annie ayudó a Harry a sentarse, acomodándolo en las almohadas.

—¿Con cosas de gente de Slytherin dentro? Estás de broma —observó Ron.

En aquel momento, se abrió de golpe la puerta de la enfermería. Sucios y empapados, entraron para ver a Harry los demás jugadores del equipo de Gryffindor.

—Un vuelo increíble, Harry —le dijo George—. Acabo de ver a Marcus Flint gritando a Malfoy algo parecido a que tenía la snitch encima de la cabeza y no se daba cuenta. Malfoy no parecía muy contento.

Habían llevado de todo para montar una gran fiesta, cuando llegó Madame Pomfrey gritando.

—¡Este chico necesita descansar, tiene que recomponer treinta y tres huesos! ¡Fuera! ¡FUERA!

Annie le dio una mirada a Harry.

—¿Podría quedarme? ¿Por favor? —suplicó—. Prometo que lo dejaré descansar, sólo le haré compañía en caso de que necesite algo.