Ep.3: ¡Codigo 339! ¡El oso te ha encontrado!

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Jungkook era un ser hermoso.

Cualquier color de pelo le quedaba, cualquier tipo de maquillaje, incluso sin él, se le veía de maravilla. Cualquier tipo de ropa parecía haber sido hecha a medida suya. Su voz se apegaba topo tipo de melodía, no importa si él rapea, canta ópera o entona una canción de rock, él es capaz de llegar a los oídos del crítico más prejuicioso. Jeon Jungkook era un ser que había nacido para la perfección  y esto siempre había ido así.

Seguía siendo la misma perfección de hace dos años. 

Sin embrago él había cambiado demasiado físicamente dese la última vez lo vio, y es por eso que Namjoon podía comprobar que la perfección venía en diferentes envases, de diferentes colores y tamaños. Sus facciones se habían endurecido, dándole un toque más masculino, su altura había aumentado considerablemente, seguramente el dulce kookkie de antes,  que apegaba su cabeza a su pecho, ahora podía ser fácilmente de su porte. Sus hombros se veían más anchos y su peinado dejaba al cubierto su frente, dándole un aire sexy.

Solo había una cosa que no había cambiado y para suerte y desdicha de Namjoon, fue justamente aquella parte del cantante, el que le había enamorado más fuerte. Aquel punto donde su nivel de perfección era tanta que podía dejarlo aturdido.

Y aquella era su sonrisa.

De todas las cosas ¿Por que era la forma en que arrugaba su nariz, la manera en que sus dientes se mostraban y el como aparecían arrugas a lado de sus ojos, lo que seguía igual que siempre? Transmitían la misma pureza, la misma belleza, la misma lindura del primer día y Namjoon encontraba aquello tan injusto. No creía poder soportar eso.

Porque estaba seguro que si se esforzaba, se concentraba, y solo prestaba atención a la sonrisa que Jungkook esbozaba, mientras veía a IU cantar, todo iría a desparecer y podría ver al Jungkook de 14 años frente a él. Igual de hermoso y necesitado de cuidado.

Tan malditamente perfecto.

Pero Namjoon no quería caer de nuevo. No quería volver a sentir de nuevo, todo rastro de emoción debía desparecer de su corazón.

No debía haber nada. 

¿Entonces qué era esta calidez que se movía por sus huesos al verlo? Era una dulzura tortuosa que le hacía odiarse a si mismo por sentir algo como esto ¿Acaso dos años no eran suficientes para superar una persona? ¿Entonces porqué ahora se encontraba admirando a ese chico de ahora pelo color rosa, cantando con esa emoción que le encantó desde el primer momento? ¿Por qué Jeon Jungkook tenía que quitarle el aliento de esa manera? ¿Cómo podía adiarle tanto a la par de solo querer levantarse de su asiento y correr a abrazarle con toda la fuerza que sus brazos le permitieran?

¿Qué pasaba con el?

—Namjoon.— escuchó una voz ronca a su lado, seguido de su hombro siendo levemente movido. El maknae de Bangtansonyeondan giró su vista encontrándose con los ojos críticos de Min Yoongi, viéndole de manera seria. Kim tragó duro—. Olvídale.

RM apretó los labios.

—Como si fuera tan fácil.

—¡Creí que lo habías superado!— le di Hyung regañó en voz baja.

Sinceramente, yo también creí que lo había superado, pensó Kim con angustia.

—¡Es que tú no comprendes!— se defendió el menor, tratando de buscar una excusa para defenderse. Mas ninguna palabra salió de sus labios, ya que después de todo, no había excusa que dar.

Temas Pasados [Namkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora