Las clases continuaron, Carolina, que había pasado un buen rato hablando con los profesores de lo ocurrido en los baños, suspiraba agotada por el primer día tan ajetreado que tuvo que pasar.
-Mira, es esa chica-miró Elena por la ventana y vio a Úrsula, cabizbaja, abandonar la facultad acompañada de un hombre y una mujer-serán sus padres, habrán venido a llevársela tras ser comunicada su expulsión-dedujo.
-Bah- se desentendió Carolina bostezando y mirando su teléfono móvil.
El timbre sonó, Vanesa entró en ese momento y se dirigió al lugar donde las dos chicas estaban sentadas.
-Ey, vengo a invitaros a una cosa-
-¿A qué?-preguntó Elena curiosa.
-Venid con Erika y conmigo al bar de su novio, está en Fuengirola así que hay que coger el tren, pero no pasa nada-
-No-respondió Carolina sin apartar la mirada del móvil.
-¿Por qué?-se desilusionó Elena-vamos-
-Eso, eso, hazle caso a tu amiga-
-Lo siento, debo estar pendiente de mi abuela, mi madre me hizo venir para eso, no puedo dejarle e irme de ciudad en tren, ¿cuando volveríamos?, si dependemos de trenes hay que estar a las doc...-
-Nos quedamos en el piso del novio a dormir y nos volvemos, no problem, nos lo deja, él estará toda la noche en el bar-interrumpió Vanesa.
-Lo siento, no puedo-se levantó-ve tú con ellas, Elena, no hace falta que vaya yo, no pasa nada-se marchó.
-Joe, que sosa eres-
Vanesa sonrió.
-¿Y esa cara?-
-Ya verás...ya verás...-
Saliendo del baño se chocó con un chico que se estaba enrollando con otra alumna e ignorándola entraron dentro.
-Perdón, eh-negó con la cabeza Carolina dirigiéndose hacia la salida de la facultad-llegaré a casa, descansaré un poco y me pondré a hacerle la cena a la abuela, eso si no tiene ya preparados ochenta platos, que me la veo venir, mucho pedirle que descanse y no para quie..-antes de poder acabar la frase que pensaba para sí misma, notó como dos personas la agarraban de los brazos y tiraban de ella muy fuerte, impidiendo que se resistiera-¡Eh!-
Un coche paró frente a ella, alguien abrió la puerta y la obligó a meterse dentro.
-¿Qu...qué?-había pasado todo tan rápido que no pudo ni reaccionar-¿Quién?-
-Hola, Carol-la saludó Elena, sentada a su lado.
-¿Tú?,¿Pero qué?...dejadme baj...-intentó escaparse pero Vanesa entró tras ella y cerró la puerta, Erika se subió al asiento del copiloto y mandó al conductor que cerrase el seguro.
-Listo-obedeció este.
-¿El Digimon?-lo reconoció-¿Qué estáis haciendo?, secuestro, socorro-pataleó.
-Estás muy amargada, niña, vamos a ir a pasárnoslo bien-sonrió Erika-Arranca, Digimon-
-¡Eh!, no me llames así-se cabreó este.
-Jaja, me ha gustado, eso te pasa por friki-
El coche emprendió su marcha y pronto abandonaron las calles de la facultad.
-¡Estáis mal de la cabeza!-las miraba furiosa Carolina.
-¿Oiga?, sí, Señora abuela de Carolina, soy una amiga de su hija, a ella le daba cosa decírselo porque acaba de llegar pero, ¿la dejaría venirse conmigo y otros amigos a Fuengirola esta noche?, prometo que se la cuidamos, uy, sí, sí, fíjese, el primer día y ya ha hecho amigos así de enrollados, nosotros la cuidamos, claro, mañana se la devolvemos de una pieza, chao-colgó Erika el teléfono móvil.
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Rhapsody
Teen FictionCarolina Velasco es una chica que se ha mudado al sur para estudiar psicología mientras se encarga de su abuela enferma, ella pretendía pasar desapercibida y unos años tranquilos, ¿será capaz de lograrlo?