Diakko [Temporada 2]

Prólogo

Todo estaba en la normalidad, bueno casi todo si quitamos de la lista que Diana perdió casi toda su memoria y Sucy solo algunos recuerdos. Las brujitas se encontraban deprimidas. Akko por supuesto no sabía que hacer, sólo esperaba que su amada saliera de la enfermería.

Akko: ¿cuánto tiempo va a tardar?-comentó harta de estar esperando sin tener noticias nuevas del estado de Diana.

Lotte: s-seguramente está por salir-contestó tímida, mientras a escondidas de las demás tomaba la mano de la pelimorada.

Akko: pero llevan dos horas ahí dentro-dijo mirando impaciente la puerta de mármol-quiero pasar tiempo con mi novia-dijo con un puchero.

Hanna: b-bueno tampoco es fácil para ella, no tiene muchos recuerdos-comentó viendo con melancolía la puerta que las separaba de su amiga.

Amanda: ¡pero no te preocupes Akko!-gritó animada, palmeando la espalda de la castaña-¡verás que la rubia saldrá por esa puerta y...-fue cortada por Bárbara.

Bárbara: obvio que saldrá por la puerta, ni modo que atraviese la pared dah-intervino con sarcasmo, rodando los ojos en el proceso.

Amanda frunció el ceño, estaba dispuesta a empezar una nueva discusión con la más baja, cuando la puerta se abre dando paso a una cabellera rubia y de ojos tan majestuoso como el cielo mismo. Su desplante no era tan majestuo como otras veces, su mirada era confundida, como si acabara de nacer en un nuevo mundo totalmente desconocido para ella. Miró a todas las brujitas que le compartían la mirada expectantes.

Diana: ¿q-quién de ustedes es m-mi n-n-novia?-preguntó tímida, apartando la mirada hacia los pies de cada una.

Las brujitas abrieron los ojos como platos, ¿desde cuándo Diana se comportaba así?, ¿por qué parece que nos tiene miedo?, esas eran las preguntas que se hacían las brujitas, al ver a la nueva Diana, pero para Akko era lo normal de todos los días, Diana siempre le había mostrado su lado oculto, por lo que no tenía problemas con ver a la Diana que estaba buscando con la mirada a cualquiera que fuera su novia.

Akko: ¡soy yo!-exclamó animada, dando un paso al frente. Diana la escaneó buscando algún indicio de que estuviera mintiendo, pero no encontró nada, en su lugar logró descubrir una hermosa sonrisa que por alguna razón la cautivó, ¿cómo era posible que una persona que desconozco me cause éstos sentimientos? Se preguntaba la rubia, embobada con la hermosa sonrisa de la castaña.

Diana: ¿puedo hablar a solas contigo?-preguntó amable, Akko sólo contestó con un asentimiento de cabeza y se dispuso a seguir a su amada. La castaña por dentro se sentía débil, aunque no lo aparentaba se sentía preocupada, triste, furiosa. Todo esto debido a que no pudo salvarla a tiempo, ensima había una pequeña roptura en la amistad con Lotte. Pero ahora eso no importaba mucho, estaba con su amada y quería saber lo que ella tenía que decir-es aquí...-habló seria, sacando a Akko de sus pensamientos, la castaña miró el lugar, se dio cuenta de que se trataba de él balcón de Diana.

Akko: ¿qué es lo que querías decirme?-preguntó curiosa, estaba ansiosa de saber que era lo que la rubia quería hacerle saber a ella y solamente a ella.

Diana: ¿cómo era yo?-preguntó observando el paisaje que se dibujaba desde su balcón. Su voz pedía a gritos que se le hiciera saber de inmediante, en cambio su mirada decía que no le contaran nada. Eso lo notó Akko, insegura decidió hacerle caso a ambas, se le había ocurrido una forma en la cual Diana sabría quién era, al mismo tiempo de que se divertía.

Akko: bueno...mira te diré esto, te contaré quién eres, pero será cada día a ésta misma hora en el mismo lugar ¿si?-habló terminando al final con una gran sonrisa, que hizo que el cuerpo de Diana temblara-pero...también quiero que te vuelvas a enamorar de mí-continuó borrando su sonrisa que fue remplazada por unos ojos melancólicos.

Diana: espera...-fue cortada por la castaña, que negó con la cabeza, haciendo sentir confundida a la rubia. ¿Cómo es posible que cambie de estado emocional tan rápido? Se preguntaba al ver a tan extraña persona delante suyo.

Akko: no te preocupes, me esforzaré para que te vuelvas a enamorar de mí-dijo amigable, Diana se le quedó mirando algo rara pero asintió con la cabeza-por ahora te diré lo que eres para las demás...eres la chica perfecta, la heredera de los Cardvedshi, la chica que arregla los problemas de todas...la chica fría y sin sentimientos.

Narra Diana:

Escuché atentamente todo lo que decía mi n-novia, me sorprendí cuando ella describió mi comportamiento con las demás personas, comprendí que llevaba una carga bastante grande ¿cómo podía haber resistido tanto? Me pregunté, llevé su mirada hacia sus manos, por alguna razón me sentía incompleta, pero...lo más importante ¿lograría recuperar mis recuerdos?. No lo sabía pero definitivamente quería saber quién era, miré a la castaña por última vez y dije.

Diana: gracias...oye, ¿aún sigues amándome?-pregunté ansiosa por saber, creo que la tomó por sorpresa, ya que se quedó callada por un momento, la miré con curiosidad.

Akko: ¡claro que te sigo amando! ¡eres mi primer amor después de todo!-exclamó animada, termianndo con una sonrisa en su rostro.

Espera, ¿fui su primer amor? De verdad no me lo esperaba, ahora siento pena por no poder recordar nada. Mis facciones se relajaron, apreté el barandal de el balcón con fuerza, ¡maldición! Ella de seguro sufre debido a mí.

Akko: hey....relájate, ya te dije haré que te enamores de mí cueste lo que cueste-habló con decisión, frunciendo el ceño y sonriendo con orgullo. Le miré con una sonrisa, me acerqué lentamente hasta ella, pude notar que teníamos una gran diferencia de estatura.

Diana: entonces yo prometo esforzarme para enamorarme de ti-dije con una sonrisa pintada en mis labios, me sentía segura con aquella chica.

Nos quedamos viendo el paisaje por un rato más...me pregunto si podré enamorarme de ella de nueva cuenta. Unos ronquidos me alarmaron,venían de ella, sonreí con felicidad.

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Hola se que el capítulo estuvo algo aburrido,  pero era necesario para presentar esto para que entiendan lo que viene después.

Pirinola