UNO

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(JULIANTINA DE AAM, escena alternativa. El título de esta historia a partir de este capítulo es Valentina)

Su relación simplemente se dio. Después de aquel, el tan anhelado primer beso, su amor fluyó. No hubo necesidad de declaraciones. No hubo necesidad de etiquetas. Era sencillo. Se habían enamorado. Estaban juntas. Lo mantendrían en secreto por un tiempo, mientras encontraban la mejor manera de decirle a sus familias. Pero Lucho las descubrió. Y como ex novio resentido, le fue con el cuento a Eva, la hermana mayor de Valentina, "la matriarca de la familia Carvajal" en palabras de Guille. Después, todo fue una avalancha. Una bola de nieve que se desliza rápidamente y sin control por la montaña. Valentina sufrió acoso y discriminación por parte de sus compañeros universitarios. Eva le rechazó, le recriminó y le prohibió su relación con Juliana. Y finalmente, Juliana, afectada por la visita de Eva y el temor de que su mamá se enterara de su amor por Valentina, decidió deshacer el pacto y terminar con la relación. Rompiendo así el corazón de Valentina, y el suyo, en mil pedazos.

De ahí que Juliana se enterara por mensaje de texto que Guille estaba en la cárcel. Y sin pensárselo, decidió estar al lado de Valentina, aún cuando Eva había prohibido su presencia en las propiedades Carvajal. Sin embargo, no esperaba encontrarse con Lucho ahí. Y menos consolando a su Val. Al verlos juntos, sintió como una asfixia invadía lentamente su cuerpo para depositarse en su corazón. Nunca antes había sentido aquella sensación. Sentía que la fuerzas le abandonaban y antes de sucumbir, se dio la media vuelta y se echó a correr.

"Juliana!" llama Valentina mientras se apresura tras la chica. "Juliana espérate! !Ey!" continúa mientras se echa a correr al ver que Juliana no tiene intención ninguna de detenerse. "Juliana ya!" expresa Valentina con tono firme una vez que está a corta distancia, tomando a Juliana por el brazo y obligándole a detenerse. "Espérate, plis".

Juliana se gira sin levantar la mirada, lo menos que desea es verse frágil y afectada. "¿Para qué?" le pregunta secamente.

Valentina respira profundo y muy suavemente pone su mano en la barbilla de Juliana y le guía a que ésta le mire. Su mirada está llena de dolor y sus ojos colmados de lágrimas. Valentina la mira con una dulzura profunda y mientras una lágrima resbala por su mejilla le expresa, "Porque te necesito" y sin más preámbulo se abraza de ella.

Valentina tiene el poder de cambiar su estado de ánimo con una mirada. Obviamente ella quiere abrazar a su Val, pero no corresponde a su abrazo. Desea protegerla, decirle que todo estará bien...pero, ¿y Lucho? ¿Qué hacía ahí? ¿Por qué estaba consolando a Valentina? Estas dudas le irrumpen. Juliana no sabe cómo reaccionar. Valentina al sentir su resistencia, se aparta de ella dulcemente, le sonríe y clava en sus ojos su mirada.

Juliana le pregunta, "¿Estás segura? "

Valentina le sonríe dulcemente, sabe que Juliana siente celos por la presencia de Lucho. "Obvio. Ven, acompáñame" y sin más, le toma de la mano y se dirigen hacia el living, en donde Lucho espera. Juliana se deja guiar sin protestar, después de todo había ido a la casa para estar con Val, además está segura de que Valentina está enamorada de ella, de ella y no de Lucho.

"Lucho, voy a ir a platicar con Juliana. Gracias por todo. Te quedas en tu casa" y antes de que Lucho contestara, Valentina se dirige, tomada de la mano, con Juliana hacia su recámara.

Entrelazar sus dedos, se había convertido en un gesto natural, después de aquel, su primer beso. Antes, se tomaban de la mano, se abrazaban, pero desde el beso en la piscina, las muestras de cariño habían dando un giro de 360 grados. Ahora sus cuerpos, al sentirse cerca uno del otro, parecían tener voluntad propia. Sus dedos se entrelazaban, mientras se abrazaban, los brazos de Valentina se aferraban al cuello de Juliana, del mismo modo que las manos de la segunda, se instalaban de modo automático en su cintura. Se pertenecían. Entre ellas parecía existir un acuerdo tácito. La una era de la otra. Desde que sus vidas se cruzaron, se pertenecieron. Sus abrazos. Sus besos. Su tiempo. Sus pensamientos. Su amor. Y siempre era así. Siempre sería así.

ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora