DOS

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"Val, ¿quieres ser mi novia?" ...

Valentina no logra procesar aquella pregunta. Apenas podía creer el orden de aquellas palabras. Desea abrazarse de Juliana y responderle un "sí" con un beso, pero se contiene. Ya una vez se entregó sin recelo a ella, y ésta le había roto el corazón. La verdad era que Juliana había roto su pacto, la promesa de estar juntas. La había dejado en el limbo, enfrentándose a rechazos, a la homofobia sola. Cuánto había deseado aquel momento. Ella amaba a Juliana, eso era un hecho. Deseaba, más que nada, estar juntas. Ser su novia. Sin embargo, su corazón no podría resistir otra desilusión. Ya tenía suficientes problemas. Su respuesta fue un silencio, un sin fin de pensamientos, que no decían nada pero si generaban incertidumbre. Dudas.

"¿Entonces?" Inquiere Juliana, con voz casi imperceptible. En el fondo teme la respuesta. Sabe que ella dio por terminada la relación, aún cuando Valentina estaba dispuesta a mantener su pacto. Y pues ahora Valentina tiene todo el derecho a decir "no." Valentina la mira fijamente. Sus ojos claros llenos de amor. Su mirada llena de ternura. La mira, para después desviar su mirada hacia su mano y con una complicidad tácita, sin pronunciar palabra le pide a Juliana una su mano con la de ella. Ésta accede. Entrelazan sus dedos. Se vuelven una. Valentina observa fijamente su mano, ahora unida a la de Juliana, cierra los ojos, respira profundo, ¿Por qué?, se pregunta para si, pero no es hasta que Juliana reacciona que se da cuenta que ha hecho la pregunta en voz alta.

"¿Cómo que por qué? ¿Val? ¿Es neta?" bombardea con preguntas Juliana.

"A ver Juliana, hace unos días, tú rompiste nuestro pacto. Me dijiste que no era el tiempo para estar juntas. ¿Qué te ha hecho cambiar de sentir? No entiendo la verdad" se sincera Valentina. "Me lastimaste. Me dolió perderte. Me hiciste falta. Me dejaste sol..."

"A ver Val, escúchame" le interrumpe Juliana antes de que Valentina termine la palabra "sola".

De pronto, alguien intenta abrir la puerta. Ante el ruido, ambas chicas se miran sorprendidas.

"Vale" se escucha la voz de Eva. Lo que les faltaba. Juliana se siente angustiada. Valentina la mira, le sonríe y le aprieta dulcemente su mano, para tranquilizarla. "Qué quieres Eva?" Responde, sin la más mínima intención de separarse de su chica.

"Abre la puerta. ¿Me dejas pasar?" Demanda Eva.

"Ahorita no Eva. Quiero estar sola. ¿Podemos hablar después?" Responde Valentina.

"Como quieras. Solamente te quería avisar que ya el abogado de la empresa está al cargo del caso de Guille, que no te preocupes, yo me estoy ocupando de todo" expresa Eva desde fuera de la habitación. Valentina cierra los ojos, se siente mal por ser tan seca con su hermana, pero no tiene mucha opción. "Gracias Eva" se limita a decir. Y se escucha como su hermana se aleja de la puerta, quizá se ha retirado a su recámara.

"Mejor me voy" dice Juliana en voz baja.

"No Juls. Quédate un rato más. Plis." Le ruega Valentina, persuadiéndola con la mirada.

"Okey" concuerda Juliana, "pero tenemos que hablar" concluye firmemente.

"No, Juls, ahora no" pide Valentina, angustiada, sabe que tiene que darle una respuesta, pero en este momento solamente quiere disfrutar de su presencia. Del hecho de estar juntas. No quiere pensar. Quiere sentir. Ser.

"Val..." empieza Juliana, "Plis" interrumpe Valentina "Solamente quiero estar contigo. Así. Juntas como ahora" expresa mientras toma con sus manos el rostro de la chica y lo acerca al suyo, "te prometo responder a tu pregunta, pero ahora no. ¿Sí?" le pide, seduciéndole con la mirada y rozando sus labios mientras emite la pregunta monosílaba, la cual parece más una respuesta. Desarmada por la ternura de Val, Juliana la mira y roza tiernamente su nariz con la de la chica, y culmina la acción con un beso.

Después de un rato, ambas están recostadas en el sillón chaise junto al ventanal del cuarto, Juliana está recostada sobre las almohadas, mientras Valentina está posicionada entre sus piernas, con su espalda recargada sobre su pecho. Juliana roza con sus manos los brazos de Valentina, acariciándola suavemente, su mente distraída. Valentina, por su parte, está perdida mirándola fijamente, jugando con la punta de su cabello. Le encanta estar así, en contacto total, físico y emocional con Juliana. Se siente plena. Enamorada. Feliz.

Juliana sabe que ese beso es el "sí" de Valentina, sin embargo, no quiere dar nada por hecho. Le dará a Val el espacio que ella necesite. Pensándolo bien, fue imprudente e impulsivo de su parte querer formalizar la relación en este momento. Valentina está pasando por mucho, se encuentra emocionalmente frágil. ¿Y ella? Pues ella también. Por el momento no tiene nada sólido que ofrecerle a la chica. Ni siquiera tiene un lugar fijo para vivir. Ni un empleo estable. Sabe que tiene mucho por hacer. Pero sabe por donde empezar. Se tiene que dar prisa.

"Juls, ¿todo bien?" Pregunta Valentina, al sentirla distante.

"Sí. Val, me tengo que ir. Tengo un par de cosas por hacer."

"No" implora Valentina, mientras se abraza con fuerza de la chica, no quiere estar sin ella. Juliana le sonríe, le besa el cabello, tampoco se quiere ir. Ama ese momento. Ama a Valentina. Pero tiene que hacerlo. Tiene que enfocarse en ella misma, para después estar bien con Val.

"Val, yo tampoco me quiero ir, pero tengo que hacerlo. Le pedí permiso a Perlita por un rato, y ya me tomé toda la tarde. Tengo que ser responsable con la chamba. Necesito el dinero. Además Perlita es bien buena onda, no le quiero quedar mal" explica Juliana.

"¿Me dejas que te lleve?" ofrece Valentina, quiere estirar el tiempo juntas.

"¿y Eva?" le recuerda Juliana.

"¿Qué con ella?" finge inocencia Valentina.

"Recuerdas que dio órdenes de no dejarme entrar a las propiedades Carvajal, y eso incluye los vehículos de la familia" articula Juliana.

"Ven. Acompáñame" se incorpora rápidamente Valentina, ofreciéndole su mano a Juliana.

Ambas salen del cuarto, y en el pasillo se encuentran con Chivis.

"Chivis, ¿y Eva?" Pregunta Valentina.

"Buenas noches, Chivis." Saluda Juliana.

"Buenas noches" responde Chivis secamente. "Eva no está en la casa, mi niña, salió hace rato, no dijo a donde, ni a que hora regresaría".

"Perfecto" dice triunfal Valentina. "Valentina, por favor no vayas a salir, es mejor..." enuncia Chivis pero Valentina no tiene ganas de oírla. "Chivis, voy a ir a llevar a Juliana, no me tardo. No te preocupes" besa a Chivis en la mejía "te quiero Chivis" finaliza Valentina, mientras ella y Juliana se dirigen hacía la cancha de tenis.

"¿A dónde vamos?" Cuestiona Juliana, ella estaba segura que Valentina le pediría a Alirio que las llevara, pero tomaron un rumbo diferente, se dirigían al lado contrario de la casa.

"Confía en mí" manda Valentina. Valentina, como era obvio, conocía a la perfección su casa, y aunque ésta contaba con un sistema de vigilancia las 24 horas, ella sabía de un atajo, con el cual lograba burlar la vigilancia. Lo ideal era haber salido por la puerta principal, con Juliana de la mano, sin preocuparse por nada ni por nadie. Pero la realidad era otra. Así  que salieron por la puerta de la cocina, hacia las canchas de tenis, lo cual las llevaría directo a la entrada principal de la casa, lejos de las cámaras, lejos de la vigilancia de Eva. Valentina se enfrentaría nuevamente a Eva, le daría su lugar a Juliana, pero ahora no era el momento. Los Carvajal estaban atravesando por un mal momento. Todo a su tiempo.

"Val..." enuncia Juliana. "Juls, plis confía en mi." Le interrumpe Valentina, sin detenerse a ver a la chica. Ambas continúan caminando, ahora se encuentran cerca de la cancha, "Por favor imita mis movimientos. Todo está bien. Después te explico" dice Valentina, mientras realiza un par de movimientos y maniobras para atravesar la cancha y salir por la orilla de ésta. Atraviesan un hueco en el alambrado, suben a una colina, caminan con su cuerpo pegado a la orilla, una vez que han dando la vuelta a la cancha, Valentina salta y rápidamente le ofrece su mano a Juliana. Se encuentran en la entrada de la casa. Lo han logrado.

"Valentina..." 

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