TRES

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"Valentina..."

Juliana se sobresalta, pero pronto reconoce la voz de Alirio, el chófer. Alirio, siempre se ha referido a Valentina como "Señorita" y esta vez no era la excepción, simplemente Juliana no había oído cuando éste había pronunciado esa palabra, pues se encontraba enfocada en tomar la mano de Val antes de saltar.

"Aquí tiene. ¿Está segura de que no desea que las lleve yo?" ofrece amablemente el chófer.

"Gracias. Estoy segura. Puedes retirarte" responde Valentina. "Sí señorita. Buenas noches" Se despide el chófer, caminando hacia la casa.

"¿Qué?" Pregunta Valentina, al ver la cara de sorpresa de Juliana.

"¿Qué es esto?" Pregunta Juliana, sin retirar la vista del coche enfrente de ellas.

"Esto es un coche." Bromea Valentina, como si eso no fuera obvio. Y después ríe al mirar el gesto de "no me chingues" de Juliana. "Es mi nuevo coche." Se limita a concluir. Pero sube, vámonos, te explico en el camino.

A Juliana no se le había ocurrido que Valentina supiera conducir. Desde que la conoce siempre andaba con chófer.

"Juls, sube" le pide Valentina, ella se ha situado detrás del volante. Juliana sigue parada, con la boca abierta, intentado procesar, inmóvil.

"Juls!" grita Valentina. "Voy. Voy" y sin más, Juliana, por fin, se mete al coche, tomando el asiento del pasajero. "Cinturón" dice Valentina, y de una, Juliana se abrocha el cinturón y juntas salen de ahí.

El coche de Valentina es una belleza. Es un Tesla Modelo S, último modelo de color rojo. Seguro. Rápido. Lujoso. Eva le ayudó a escogerlo el día anterior, pues creía que un coche compensaría a Valentina y le ayudaría a superar el mal momento que pasaron cuando discutieron por su relación con Juliana. Además le serviría de distracción, y así pronto se olvidaría de la chica. Para Valentina, este coche era sinónimo de libertad. Podría ir y venir sin dar razón ni explicacaciones. Así que cuando Eva le propuso la idea de comprase un coche, ella no lo dudo. Y ahora, disponía de un Tesla, el cual pensaba disfrutar con Juls, claro sin que Eva se diera cuenta, por lo menos no ahora.

"¿Y? ¿No vas a decir nada?" Pregunta con sorna Valentina.

"Pues no se que decir. Esta bien chulo tu carro morra" admite Juliana, lo que provoca una risotada de Valentina. "Qué bueno que te guste, porque de hoy en adelante seré tu chófer personal." Agrega. "Val, no co..." intenta decir Juliana, "y no acepto un 'no' por respuesta. Juls plis. Quiero compartir lo que tengo contigo" finaliza Valentina, sin dar pie a una negativa por parte de la chica.

"Pues si está muy chido. La neta" Se limita a agregar Juliana. "Gracias" responde Valentina, "por permitirme cuidarte. No quiero que andes de noche sola, y menos en transporte público, esta cuidad es muy peligrosa. Me muero si te pasa algo" confiesa Valentina, estirando su mano derecha para tomar la mano de Juliana, quien al percatarse de esto, facilita el gesto, entrelazando sus dedos. Ambas se miran y sonríen dulcemente, en un mismo movimiento Juliana besa su mano, Valentina siente como mariposas bailan en su estómago, y en silencio cómodo, maneja rumbo a la fonda de Perlita.

"Val..." Valentina responde con un "um" Juliana se arrepiente, "nada, olvídalo."

"Juls, dime, ¿qué pasa?" Suplica Valentina.

Juliana duda un momento antes sugerir "¿Podemos escuchar música?"

"¿Eso me ibas a pedir?" Interroga Valentina, con evidente dulzura en su voz.

"Sí" responde tímidamente Juliana, "quiero que escuches una canción. ¿Puedo?" Pide permiso mientras se dirige a tocar la pantalla. Abre la aplicación de Youtube y reproduce el video. "Bailemos un blues" de Kany García.

ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora