Capítulo 3: Josh

243 77 12
                                    

Tremenda desilusión se había llevado la joven, sin embargo, no se daría por vencida tan pronto, no cuando ya había dado el primer paso.

Si bien con Malcolm las cosas no habían resultado a como lo esperaba, no perdía nada volviéndolo a intentar con otro chico de la web.

Ya sólo quedaban cinco días para el día de los enamorados, pero Layla tenía grandes expectativas acerca de Josh.

Su emoción aumentó cuando luego de enviarle una foto de sí misma él quería seguir hablando con ella e incluso llegó a llamarla "hermosa" en más de una ocasión.

Que dicha, por fin el paisaje le comenzaba a pintar de rosa.

Layla, se sentía tan cómoda con él, que no le importó comentarle el trago tan amargo que se llevó aquél día, él se mostró comprensivo, hasta le comentó que al igual que a ella nunca le había ido bien en el amor, que de pequeño sufrió de bullying y, que no creía en los estereotipos de "la mujer perfecta".

¿Podía ser más perfecto?

Aunque Josh, no le envió una fotografía decidió restarle importancia, a ella no le importaba el exterior, él parecía ser un amor de persona.

¿Para qué pedir más?

Llegada las 9 de la noche, su celular comenzó a vibrar.

Era una llamada de él, no dudó en responder de inmediato.

—¿Qué tal ha estado tú día? —Indagó a manera de saludo, su voz era ronca y varonil.

Una enorme sonrisa se le dibujó en el rostro a Layla.

—Un poco cansada por el trabajo, pero todo en orden —se sinceró—. ¿El tuyo?

—Igual, sólo que hay un problema.

—¿Cuál? —Quiso saber al instante.

—Que no he podido sacarte de mi mente —dictaminó.

—...

Un suspiro involuntario se le escapó de los labios.

En ese momento Layla, daba gracias a los astros porque él no la estaba viendo, sino hubiese notado como sus mejillas se teñían de carmesí.

—Eres muy tierna —le escuchó decir.

Que tonta, no le había respondido y podría jurar que la escuchó suspirar.

—Yo... Tu, bueno... La verdad nunca nadie me había dicho algo tan lindo—. Confesó con un deje de tristeza.

Era verdad, nunca había estado en una relación, mucho menos recibía comentarios tan agradables por parte del género masculino y, no es como que el femenino fuera la excepción.

—Deberías comenzar a acostumbrarte, porque de mi parte siempre recibirás cumplidos lindos, así como tú.

¿Podría alguien pellizcarla? Necesitaba asegurarse de que no estuviese soñando.

Una risita se escuchó del otro lado del celular.

Lo había hecho de nuevo, se había quedado callada.

—Tranquila, no es necesario que me respondas, la verdad es que te he llamado con un propósito en especial —se le escuchaba algo nervioso, Layla estaba que contenía la respiración, imaginando lo que Josh le podía decir—. Debido a que dentro de cinco días es San Valentín y, no hemos tenido nuestra primera cita... ¿Podrías ser mi pareja? —Soltó sin más.

Layla, mordió su lengua para evitar que se le escapara un chillido de felicidad, en definitiva esto no podía ser real.

¿Había escuchado bien? ¿Él le había pedido ser su pareja en el día de los enamorados?

Sí, lo había hecho.

Así que no dudó en aceptar.

Por fin conocería a Josh, por fin pasaría un San Valentín acompañada de una persona especial.

Buscando el amor fue que me encontré © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora