you flower, you feast. [Larry Stylinson/Girls] [AU] [Español]

Parte única.

La sangre que cae de sus dedos mientras Louis saca una rosa de algún jardín extraño vale la pena cuando Harry le sonríe. La sangre está un poco pegajosa y se coloca de ese color café, pero Harry no se da cuenta mientras corta el tallo lo suficiente como para poder meterlo en su moño desordenado. Louis no puede evitar sonreír.

"Esto es hermoso, Lou," Harry dice, presionando un beso en los labios de Louis y se mira en la cámara frontal de su teléfono. Se toma un par de fotos mientras Louis finalmente lava sus manos, el lavamanos teñido de rosado por su sangre.

No hay una herida visible, gracias al cielo, sólo una pequeña marca en su dedo donde la espina había perforado su piel. Sanaría en poco tiempo.

"¿Qué hice para merecer esto?" Harry pregunta mientras coloca sus brazos alrededor de Louis, detrás de ella. Deja un camino de besos en la mandíbula de Louis, haciéndola sonreír ante el contacto. Ama a esa mujer completamente. Tan enteramente. No hay suficientes canciones en el mundo que podrían describir lo que siente por Harry. Aunque, nunca dejaría de intentarlo.

"Parecía como si quisiera venir a casa conmigo," Louis responde. Se da vuelta para enfrentar a Harry. Se levanta, tomando la cara de Harry con gentiliza con una mano, con la otra colocando algunos rulos rebeldes detrás de su oreja. "Te queda bien."

Harry le da una sonrisa brillante. Hace que los dedos de Louis se curven en sus zapatos. Quemaría el mundo por esa sonrisa.

Comparten otro beso antes de que Harry se haga hacia atrás para ver los ojos de Louis. Mira a Louis como si le estuviera mirando el alma. Como si supiera cada pensamiento que Louis tiene, y aun así la ama.

Louis podría vivir cien vidas y nunca podría cansarse de esa mirada en la cara de Harry. Porque sabe que, en cada vida, encontraría a Harry y estarían juntas.

La rosa se queda en el cabello de Harry todo el día. Hace todo lo que tiene que hacer alrededor de la casa, esa que compraron juntas y la convirtieron en un hogar cuando aún eran demasiado jóvenes para tomar ese tipo de decisiones. Pero esas decisiones, la manera imprudente en la que se amaban, la manera en la que todavía se amaban, hacen que el corazón de Louis siempre cante.

Mira a Harry mientras habla por teléfono, incapaz de sacarle los ojos de encima a esa increíble mujer. Cuando Harry la atrapa mirándola, sólo sonríe, sus hoyuelos marcándose en sus mejillas. Hoyuelos que los dedos de Louis encuentran cada vez que despiertan. Hoyuelos que Louis conoce íntima, romántica y estéticamente.

"¿En qué estás pensando?" Harry pregunta, colocándose sobre la falda de Louis, empequeñeciéndose lo más que puede, como solía hacerlo cuando tenía dieciséis y lo amaba ciegamente.

Los brazos de Louis la afirman, sosteniéndola con seguridad, sin soñar en dejarla ir. "En ti."

El tinte rosado que sube por las mejillas de Harry nunca ha dejado de ser atractivo. Recorre sus pómulos, manchando su piel, tal como lo había hecho la primera vez que Louis se lo había dicho.

La rosa se mantiene en el cabello de Harry mientras descansan en la bañera. El perfume de ella todavía permanece en sus pétalos. La espalda de Harry está presionada contra el pecho de Louis, sus manos descansando sobre su cintura, bajo el agua suave, blanca y colorida. Harry había elegido una bomba de baño esta vez. Louis ama cómo hace que se sienta su piel, como si estuviera envuelta en miel y leche.

Harry tararea algo mientras levanta una pierna del agua, las gotas todavía se aferran a su piel, moviéndose con la gravedad. Curva sus dedos en el aire y mueve su pierna para dejarla en el borde de la bañera. Acomoda su cuerpo así está mirando un poco mejor a Louis y junta sus labios con facilidad.

Cuando comparten momentos así, son momentos que Louis nunca quisiera olvidar. Quiere recordarlos por siempre. La manera en la que los labios de Harry encajan con los de ella. La manera en la que su respiración serpentea en la mejilla de Louis. La manera en la que Harry coloca sus manos en la cintura de Louis, apretándola sólo para mantenerla cerca.

Su propia mano está húmeda en el cuello de Harry, empapando las puntas de su cabello donde sus dedos descansan. A ninguna de ellas le importa. No cuando ambas están tan envueltas en el momento. Envueltas  la una en la otra.

Mientras se seca, la rosa se queda en su lugar, mirando su hogar en el cabello de Harry, los pétalos rojos contrastando con su cabello aún más oscuro. Cuelga su toalla y camina a su habitación, desnuda, dejando a Louis temblando detrás de ella. Apaga las luces, disfrutando la manera en la que Harry brilla en la luz suave de las pocas luces que están sobre la cabecera de la cama.

Las sábanas son demasiado suaves contra la piel de Louis. Se acurruca contra Harry en el momento en el que está al alcance. La toca como si hubiese querido hacerlo todo el día. Le hace el amor como si nunca quisiera olvidar un solo milisegundo del día. Y no quiere olvidar.

Esto será inmortalizado en una canción. En letras que harán que Harry le sonría suavemente sobre sus tazas de té mientras desayunan. En letras que harán que Harry se ruborice, pero se presionará contra Louis, dondequiera que esté, porque ella sabe.

Ella sabe.

Ella sabe.

La rosa se queda en el cabello de Harry mientras duerme, Louis acurrucado alrededor de Harry, de manera protectora, siendo siempre la cuchara grande.

Todavía puede oler la rosa en la mañana cuando los pétalos, de alguna manera, están sobre las sábanas, debajo de la almohada y pegadas al cuerpo de Louis.

La sonrisa poco inocente de Harry le dice a Louis todo lo que necesita saber. Pero no le importa mientras se inclina hacia ella y la coloca contra su pecho. Aún no está lista para enfrentar al mundo. Aún no está lista para dejar la calidez de la cama, y su cuerpo. Y definitivamente, aún no está lista para dejar que la esencia de la rosa abandone su cuerpo.