Capítulo I

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Han pasado seis meses desde que dejamos la clínica, y para bien de nosotros fue lo mejor que nos pudo pasar, todos estábamos de maravilla, para mal de ellos fue que todo se fue a la mierda, al parecer Ian ya no se contacto con el General ni mucho menos le dijo dónde nos encontramos, ese día desmantelaron el lugar y varios científicos están bajo el mando del gobierno, incluyendo a mis padres.
Lo sé por qué esa información nos dió Ian y es de lo único que estamos al tanto.

No me siento mal por ello, ya que fuimos sometidos a muchos experimentos que bien sabemos no volveremos a ser los mismos después de ello, pero gracias a eso no tenemos que estar cuidando todo el tiempo de que algo nos vaya a enfermar.

Hay días en los que las pesadillas son frecuentes, para mí, no se si a los otros les pasa, pero aun sueño que estoy en los laboratorios, incluso siento las correas apretadas en mis muñecas y las jeringas que atravesaban mi piel, despierto sudando y con escalofríos recorriendo mi cuerpo y es un alivio saber que ya no estaré más en esa situación...

Estoy mirando hacia la ventana sobando mis muñecas, creo que es algo impulsivo, sumida en mis recuerdos, porque son cosas vívidas esas pesadillas, cuando de pronto alguien interrumpe mis pensamientos.

- Ey, Cassie a, ¿qué hora llegará Ian?

- ¡Michael!, emmm... no, no lo sé, quizá un poco más de rato, fue por alimentos para abastecer la cocina.

- A veces los extrañas, digo, no fueron los mejores padres, pero al final de cuentas eran nuestros padres...

- Lo sé, pero no quiero hablar de ello Michael.

- Oh vamos, Cassie, sé que nunca charlamos ni nos hemos tratado mucho, pero podemos empezar, prácticamente somos una familia aquí, nos tenemos solo unos a los otros, hay que confiar...-da un paso hacía a mi y retrocedo pegando en la mesa de granito de media cocina.

- Michael, Michael- el chasquido de reprobación de David me da un alivio increíble- de nuevo, no me parece correcto que quieras meterte en la vida de las personas. - el ojo azul mira con recelo a mi amigo y voltea hacía mí, al ver quen no hago nada sale de la cocina murmurando algo inentendible y se pierde por algún pasillo de nuestra mini mansión.

- Gracias Harris -le disparo una sonrisa haciéndole saber que estoy realmente agradecida.

- No es nada mi chica bonita, pero dime algo, si sabes que Michael se siente atraído por ti, ¿a qué si?

- Lo sospechaba, pero no me agrada, es guapo, con ese bien parecido y ojo azul me parece un chico atractivo pero no puedo abrirme hacia él, yo... no es lo que yo busco.

- Oh y eso lo sé reina, pero dime, ¿Qué es lo que buscas? Tanto mundo que haz explorado ¿A caso crees que alguien de allá afuera es lo que buscas?

Reflexiono las palabras de mi amigo, y en realidad es cierto, que busco yo, una chica tímida que solo curso la secundaria y no tenía amigos, solo libros para leer y fantasear.
Al no obtener respuesta alguna, negó con la cabeza y prosiguió.

- Cass, sé quien es lo que buscas, pero quiero que estés absolutamente segura de que Ian Smith no es alguien de quien debas estar enamorada, que lo conozco tía y es... pues es...

- Oh, demonios, Harrison-Interrumpo su absurda conclusión antes de que termine- te estás escuchando, eso es totalmente absurdo, Smith siempre será para mí un Sargento, una persona superior, tiene veintiseis, casi veintisiete, oh treinta, no se, nunca mirara a una chica como yo, con apenas veintiuno...

- Casi veintidos... -me interrumpe y ríe, hizo eso porque la plática se estaba tornando tensa lo sentí y lo sintió, se lo agradezco - por cierto que haremos en ese cumple, podemos ir a una discoteca, ya estamos fuera y...

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