Feliz San Valentin

-Dedicado a MidnightInParis27-

Habia sido una mierda. La peor de toda su vida. Pero lo habia hecho feliz. Tan feliz que en segundos podía borrar todo el dolor de esos dias oscuros, de las lagrimas no derramadas y de aquellas que se escaparon de forma secreta, de los comentarios mordazes, de todo... ¡Diablos! Si se detenía a pensar en todos sus desencuentros la lista parecía no tener fin.

Y aun asi habia sido feliz.

Porque Loki lo amaba. Estaba completamente enamorado de él, por eso no le importó esperar, no le importó ser paciente, ser terriblemente condescendiente, incluso no le importó los engaños. Porque Erick podía decirle lo que quisiera, sin embargo a Loki no se le podía ir de la cabeza que lo habia engañado con ese castaño cara de idiota.

Claro que lo habia engañado, ¡le habia ocultado sus sentimientos! Erick no habia tenido el valor de romper la relacion y solo habia sonreido falsamente durante semanas. Y eso le dolía. Saber que habia perdido su amor hacía más tiempo de lo pensado le mortificaba.

Peor aun, la idea de que nunca lo amó generaba un vacio en su existencia y Loki estaba demasiado deprimido como para querer caer aun mas.

Debia olvidarlo, dar vuelta la pagina, cerrar esa etapa, seguir adelante. Pero nada parecia funcionar. ¿Por qué? Simple. Una parte de él quería mantener vivo todo aquello. Loki se aferraba a los hermosos recuerdos.
Eran pocos aunque eran suficientes para generar lagrimas de felicidad, que por desgracia terminaban con un sabor amargo.

¿Y qué hacía allí? ¿Qué hacia un 14 de Febrero en una plaza rodeaba de parejas acarameladas que desprendian y llenaban el ambiente de flores y amor, cuando él vivía en el dolor? No se entendía, tampoco se esforzaba en ello. ¿Qué mas daba todo? ¿Acaso podía ser mas humillado?

No, Loki esperaba que no fuera así.

Observó el lago al frente suyo y sus ojos comenzaron a cristalizarse. No, no pensaba llorar, no quería hacerlo.

¿Por qué? ¿Cómo ese imbecil de ojos celestes le habia arrebatado lo que con mucho esfuerzo habia conseguido?

No, era más factible que nunca habia tenido el amor de Erick.

-Basta Loki, bast-

No lo vio venir, claro que no, en ese momento estaba ocultando sus lagrimas cuando una pelota de tenis golpeó su cabeza.

No lo podía creer.

-¡Lo siento! Disculpa.-Al frente suyo apareció un joven, Loki lo examinó de mala gana: alto de cuerpo atletico, musculos marcados, ojos claros y cabellos rubios. ¡Era un maldito principe de cuentos de Hadas! Y un idiota.-Oh por Dios-Loki no pudo interrumpirlo, el joven se arrodilló y limpió las lágrimas que apenas asomaban por sus ojos.- No fue mi intención, te lo juro. Se me escapó la bola. Lo siento.- Se notaba que estaba nervioso y arrepentido pero poco le importaba. Ya tenia suficiente, queria ir a su casa, embriagarse y quedar rendido en la cama.

-No fue nada.-Claro que le dolía y estaba con ganas de soltar toda clase de insultos, sin embargo sus pocas ganas de continuar la charla le hicieron decir aquello. Se levantó y antes de que pudiera marcharse, una mano lo detuvo.

-¿Queries jugar? Necesitamos a un jugador.-El contacto le generó un cosquilleo en la mano.

¿Estaba de broma? ¿Ese hombre hablaba en serio?

El rubio tenía una sonrisa alegre. Demasiado alegre. Sólo le hacía recordar su desgracia.

-No, gracias.- Seco y frio. Y amargado.