Capítulo 31: La confianza: base de toda relación

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Clarke POV


Un mes y unos cuantos días después, la abrumadora distancia entre Lexa y yo estaba llegando a su fin. El avión que me estaba llevando hacia Los Ángeles estaba a punto de aterrizar. 

Me sentía ansiosa y feliz de saber que no faltaba nada para volver a besarla. Pero junto a la felicidad, convivía otro sentimiento. El miedo. Tenía una semana para encontrar la forma de decirle a Lexa que a fines de julio debía marcharme durante seis meses a un pueblo situado al norte de Nigeria occidental, llamado Katsina. Y el miedo radicaba en que no sabía cómo se lo tomaría. 

Durante ese mes separadas, intenté de todas las maneras posibles calmar la tensión que se había creado con Kane, y si bien aún parecía defraudado conmigo y mis actitudes, había logrado que su trato volviera a ser tranquilo nuevamente. Sin embargo, su decisión no había cambiado a pesar de mis constantes disculpas. Estaba completamente jodida y lo único que deseaba era que Lexa no me odiara por ello. El tema de la transferencia para L.A. lo solucionaría al regresar de Nigeria, para no crear más problemas con mi jefe.

Luego de buscar mi valija y caminar entre la multitud de personas que avanzaban apuradas para no perder su vuelo, distinguí a esa castaña de hermosos ojos verdes que buscaba concentrada aquel rostro familiar. Me detuve y me tomé un momento para observar cada movimiento que hacía. Se lamía los labios, peinaba su cabello a un costado y sacudía sus manos para calmar los nervios que no podía disimular. ¡Estaba tan hermosa en ese vestido floreado que llevaba puesto! Y de repente, su mirada chocó con la mía y la sonrisa que sus labios dibujaron iluminó su rostro, y de un momento a otro la vi correr hacia mí, dejando que su largo cabello flotara detrás de ella. De un salto quedó encima mío, y a pesar de que tambaleé, pude sostenerla de sus caderas; ella enseguida se aferró con sus pies alrededor de mi cintura y sus brazos rodearon  mi cuello, para luego buscar mis labios para darme la bienvenida con un dulce beso. Su boca y la mía, se unieron en movimientos suaves y sincronizados. El sabor de sus besos será algo que no olvidaré jamás.

¡Hola! — Exclamó sin aliento, con su frente apoyada sobre la mía.

—Hola mi amor.— Respondí sonriente, dejándole un beso en la punta de la nariz. Se bajó de mis brazos y se acomodó el vestido.

— ¿Qué tal estuvo tu vuelo?

—Muy bien.— La observé sonreír tan radiante y que me generó tanta satisfacción y alegría que sentí no contenerme. — ¡Ay!— la tomé por el rostro y la volví a besar. — No tienes idea lo mucho que te he extrañado.

Tú no te das una idea lo que yo te he extrañado a ti.— Susurró sobre mis labios.

—¿Cómo estás? Además de hermosa con ese vestido. 

—Ahora mucho mejor porque estás aquí

—También estoy mucho mejor ahora. — Le dejé un cariñoso beso en la mejilla. —¿No trabajas hoy?

—Nop. Pasé parte enferma, pero debo trabajar desde casa un rato luego. Quiero aprovecharte al máximo, al menos por el fin de semana.

¿Ah sí?— Pregunté al notar su mirada pícara. — ¿Que pretende de mi señorita Woods, que pone esa mirada carente de inocencia?

—Ya lo verás Griffin. — Se mordió el labio inferior, y me guiñó un ojo. El cuerpo me tembló entero y sentí subirme un fuerte calor que se apoderó de cada parte sensible.

¡Mierda Lexa! Eres jodidamente cruel. Más de un mes que no te veo y juegas así conmigo. — Me quejé riendo, mientras la seguía con mi bolso de mano y ella llevaba mi valija.

¿Casualidad o destino? [CLEXA AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora