¿Casualidad o destino? [CLEXA AU]

Capitulo 35: Nuevos vínculos

RESUMEN DEL CAPITULO ANTERIOR (Podes releer el capitulo anterior si lo crees mejor)

Luego de 5 meses separadas, Lexa y Clarke van enfrentando la distancia de la mejor manera. Lexa se muda a NY con su familia, luego de conseguir el traslado de su trabajo. Su nueva jefa una joven no mayor que ella, Luna, comienza a ser un vinculo fuerte en su vida. Por su parte Clarke, comienza a sentir la distancia cada vez más pesada, y Josephine será una nueva colega dentro de médicos sin fronteras, que intentara con ansias crear un nuevo vinculo para poder sobrellevar el tiempo que quede en territorio africano. 

Capítulo 35: "Nuevos vínculos"

CLARKE POV

¿Por qué será que los nuevos vínculos muchas veces son un tanto complicados? Aunque, no sé si complicado sería la palabra correcta, ya que no depende de una dificultad (o sí, dependiendo el caso) más bien es lo que "pesa" generar esos nuevos vínculos: el tener que conocer de cero a la persona y encontrar la confianza necesaria para dejarse conocer. Claro que depende mucho de cada persona, pero en mi caso, crear nuevos vínculos más allá de lo profesional, me costaba demasiado, sobre todo cuando mi mente se sentía agobiada y solo podía pensar en Lexa y en los días que faltaban para volver a casa.

Sin embargo, allí estaba, sentada sobre una solitaria roca en medio de la nada misma rodeada de hectáreas y hectáreas de vegetación seca. Me encontraba alejada del campamento de médicos sin frontera en donde hospedábamos, en la espera de Josephine con quien había quedado en encontrarme cuando el sol cayera para que pudiera instruirme acerca de su método para tolerar un poco más la distancia sin volverme loca en el intento. No sé qué tan eficaz fuera aquello, pero para aquel entonces lo mío ya bordeaba lo desesperante y estaba dispuesta a probar lo que sea.

Tenía mucha experiencia con la distancia, pero aquella vez se había vuelto demasiado difícil de llevar. Tal vez era mi cansancio, los últimos días venían siendo muy agobiantes y mi estado de ánimo iba en picada. Jamás había sentido tanta desazón y no era falta de motivación en cuanto a lo laboral, más bien sentía que ya había cumplido mi misión allí. Y cuando ese sentimiento se instala en uno mismo los días comienzan a volverse lentos y tortuosos. Mi energía estaba limitada, tanto que el sólo hecho de pensar en crear nuevos vínculos me agobiaba. Me preocupaba mi estado y me sentía frustrada de no poder controlarlo, pero no quería entrar en una paranoia de la que me fuera difícil de salir luego, por eso tomé la decisión de enfocarme, a pesar de mis criterios, en distraer mi mente relacionándome con mis colegas de una forma externa a lo laboral.

— ¡Clarke! Ya estabas aquí. — escuché detrás de mi espalda y me di la vuelta. — Me demoré con un paciente, lo siento. — Se mostró apenada.

— No hay problema. — le dediqué una sonrisa forzada. Realmente me sentía muy cansada.

Me observó unos segundos, y comprobó que no me encontraba muy bien, sin embargo, hice el esfuerzo de disimular para evitar preguntas incomodas.

— OK. Vayamos por esa caminata. Nos hará bien. — comentó sin cuestionarme nada y manteniendo una postura entusiasta.

— Te sigo.

El entusiasmo de Josephine era envidiable, al menos para mí. Su sonrisa risueña no desaparecía a pesar de su notorio cansancio. ¿Cómo diablos hacía para no estar triste nunca? Me hacía sentir como una idiota sentimental sin siquiera saberlo.

Caminamos un largo tramo, en el cual me mantuve en silencio ahogada en mis propios pensamientos que no tenían un punto central, estaban tan dispersos como mis sentimientos.