Capítulo II

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   Mi pieza es todo lo que siempre quize. Tiene una cama grande al medio y a un lado se encuentra un escritorio blanco con dos sillas seguido por una puerta que lleva a un walk-in closet. En la esquina hay una ventana grande con un bay window, el cual tiene cojines grises y turquezas, y al lado un pequeño sillón que también le hace juego. Mi guitarra, un par de cuadros y el de espejo de mamá, junto a otras cosas que envié la semana pasada ya están aquí y también están perfectamente ordenadas para que el lugar parezca de revista. Estoy casi segura que el cuarto es mas grande que el de mis padres y que cualquiera de mi antigua casa.

-¿Y que te parece? Espero que no me haya quedado muy infantil-La tía Bianca recorre el cuarto con la mirada y luego sus ojos se posan en mi esperando mi respuesta.

-Tía Bianca esto es perfecto. No esperaba que hicieras todo esto por mi, es como vivir dentro de una imagen de Pinterest- Mientras me apoyo en la cama la cual es extremadamente cómoda y me asegura que dormiré como en una nube, mi próxima compañera de vida se ríe.

-Me alegro mucho que te haya gustado, no tenía idea de como es la moda ahora entre las chicas de tu edad- mira una vez más a su creación orgullosa por mis cumplidos y mientras se va para que yo pueda ordenar todas mis cosas voltea a verme- y si vamos a vivir juntas, se acabó esa tontería de tía, joder que me haces sentir más vieja de lo que soy, desde ahora soy solo Bianca.

   Observo como se va por el pasillo hasta que se pierde en las escaleras. Allá en Málaga no teníamos problemas económicos pero nunca tuvimos una casa tan linda y grande como esta. La verdad es que no es solo mi cuarto si no toda el estilo de la casa es sacado de en sueño y hasta me da pena mover mis cosas por miedo a desordenar.

   Una vez que guardo toda mi ropa en el armario (cabe destacar que no lo llené ni hasta la mitad con mis pocas prendas) y pego mis fotos de la graduación del instituto, mis amigas y de mamá en la pared arriba del escritorio, me lanzo en la cama y abro mi agenda. El dibujo de Leah es lo primero que aparece. Me pregunto si todas las chicas de aquí son como ella, y si lo son, creo que pareceré bastante aburrida. También pienso en si la volveré a ver ya que me vendría bien tener una amiga acá. Retrocedo un par de hojas en busca de mi lista de que haceres.

   A diferencia del resto de mi clase, yo opté por no entrar este año a la universidad por lo que para el final del verano debo haber encontrado un trabajo con el cual pueda financiar mis clases de arte si es que logro encontrar un buen lugar. Lo primero en mi lista es justamente repartir mis curriculums por cada tienda de la ciudad. Debo admitir que lo adorné bastante con cosas como "experiencia con trato al cliente" y "buena capacidad para vender el producto" siendo que nunca en mi vida he trabajado salvo una vez que ayudé a mi primo samuel a vender limonada, cuando tenía 7 años. No estoy tan cansada como para empezar desde ya pero si voy a buscar empleo necesito causar una buena impresión por lo que decido tomar una ducha para sacarme todo el sudor del viaje.

   Bianca (todavía me estoy acostumbrando a llamarla así) me deja en el centro comercial Austria Plaza donde decido buscar mis primeras opciones. Aun que me he puesto mi mejor tenida aún así siento que quedé poco ya que la gente me mira cuando paso como si fuera un fenómeno de circo, o tal vez tan solo estoy paranoica, eso debe ser.

   Luego de pasar una hora repartiendo mi información y mostrando mi mejor sonrisa, son pocas las tiendas que necesitan ayuda o que se han mostrado interesadas con mi solicitud, pero este es solo un lugar entre miles donde puedo buscar algo por lo que no me desanimo ni un poco. Me doy cuenta que he llegado a la parte mas glamurosa del centro comercial. Está al exterior y hay mucha vegetación y flores, se ve todo muy hermoso, por lo que decido darme un descanso para poder dibujar un poco.

   Encuentro un café algo elegante que me gusta bastante. Entro y me asombro que es todavía mas bonito y grande de lo que se veía desde afuera. Nunca pensé que un café podía ser así de lujoso. Me acerco al mesón para entregar mi currículum pero la verdad no sé si yo tendría la elegancia de trabajar aquí. Parece más un café caro ubicado en las calles de París que en un simple centro comercial. Luego de dejar mis papeles los cuáles una mujer bajita y sonriente los recibió,me siento en una mesa cerca de la ventana para ver a la gente pasar. Una pareja que parece bastante enamorada ya que sus manos están entrelazadas y se miran como si ambos estuvieran suspirando, se encuentra sentada en una de las mesas de afuera. Eso me da la inspiración para dibujar asi que saco mi agenda. Verlos me hace recordar todo lo que dejé atrás en Málaga, pero es lo mejor, todo esto es mejor.

Sácame Mil Sonrisas (en pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora