XVII

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Él bajó lentamente sus manos, acariciando cada parte del cuerpo de ella por donde su tacto pasaba, sintió una gran elevación y supo que era el lugar del cuerpo de ella donde sus manos querían reposar.

Logró sentir la tela de jean de su falda, y fue bajando aún más sus manos, se dio cuenta de que estaba palpando la tela que finalizaba la prenda, subió la falda, para poder dejar al descubierto sus bellas posaderas, éstas lucían una minúscula bombacha de encaje negro, realmente eran muy sexies, él sintió la fina tela y comenzó a acariciar los glúteos de ella.

Luego de deleitarse por unos cuantos minutos, él se arrodilló en el suelo, le dijo a ella que se coloque de espaldas a él y acercó su rostro a esos glúteos femeninos, los observó con detalle, colocó sus dos manos a los extremos de estos y los sostuvo con fuerza, apropiándoselos,   posó sus labios en ellos, dándole cortos pero calientes besos en toda su anatomía.

Fin.

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