"San Valentín",
"Día de los enamorados", "otro día más hecho por los comerciantes"; para Junior y Blas, era otro día más para amarse con libertad, otro día más para vencer los prejuicios ajenos como propios.
Junior había preparado una cena para los dos. Ya seguro que esta vez sí le iba a salir bien y no como la última cena que Blas había caído con Francisco.
Dios qué vergüenza y qué papelón, pensó.
Preparó una rica comida, velas y música.
Hacia ya un mes que se puso las pilas para aprender a cocinar y siempre lo deleitaba a Blas con cada nueva receta que preparaba.
Había que admitirlo, el menor tenía mano para la cocina, sólo era cuestión de práctica.
La playlist que Junior había armado para la ocasión sonaba de fondo mientras él se alistaba. Al ritmo de "YOUTH" se ponía unos jeans negros y rotos en las rodillas, una camisa negra pegada al cuerpo que tanto le gustaba a Blas; siempre le decía "amor, esa camisa no puede marcarte tan, pero tan bien ese cuerpo tallado que tenés", unos buenos borcegos y, terminó, con el perfume que usa desde que tiene memoria.
En tan sólo 5 minutos llegó Blas del bar y lo recibió con un cálido abrazo.
— Feliz día de los enamorados, rulito.
— Feliz día de los enamorados, chiquito.
Se hundieron en un cálido beso mientras su canción (perfect), sonaba de fondo.
— Ah bueno, pero qué lujo esto. — dijo mientras se acercaba a la mesa y la observaba con detenimiento.
— ¿Viste? Soy un chico lleno de sorpresas...
— Sos un chico hermoso, vos.— lo tomó de las caderas y le dió un beso corto.
— Blas, andá a cambiarte antes de que la comida se enfríe. Dale que hice un pastel de papa para chuparse los dedos.
•°•
Luego de cenar a la luz de las velas y deborar ese pastel de papa que se mandó Junior, comenzó a sonar "Otra piel" de Cerati.
Esta tarde de sol me puse a mirar
Tu postal bajo un haz de luz
(Radiante luz)
Una frase duró hasta el anochecer
Recordarte es un hermoso lugar
— Venga para aquí, señor — dijo Junior parándose de su silla y estendiéndole la mano a Blas para que la agarre — ¿baila conmigo?
— Pero ¿cómo no? Pensé que jamás lo diría.
Blas tomó la mano de Junior y entre risas comenzaron a bailar.
Junior colgado de su cuello entregándose en sus brazos como siempre lo hacía, y Blas recibiéndolo en estos con todo el gusto y amor necesario.
Amo tu lucidez
Leo tu desnudez
Cuando pensás el mar
Así te pienso igual
Se baleanceaban al compás de la música disfrutando de ese momento de paz que cada tanto podían tener.
El trabajo de ambos los tenía bastante cansados. Se veían poco. Hacia una semana que se desencontraban.
Sólo un momento como éste realmente necesitaban.
Se necesitaban.
Si el lenguaje es otra piel
Toquémonos más
Con mensajes de deseo
Si el lenguaje es otra piel
Toquémonos más
Con mensajes de deseo
(Deseo)
Le cantó Junior al oído.
No voy a endurecer
Letras que dan placer
Me contengo de amarte más
Hasta volverte a ver
Respondió Blas.
Y así, como si nada, terminaron a los besos, sacándo la ropa de sus cuerpos que estorbaba y fundiendo su amor - una vez más - en ese cuarto.
