No te esperaba ver otra vez y por tu rostro, creo que tu tampoco a mí.
Traías tu cabello en una coleta dejando a la vista tu undercut en la mayor parte de tu nuca.
Unimos miradas, dos segundos fueron suficientes y pudé sentir la magia inefable que me transmitían tus oscuros ojos.
Inefable significa algo tan increíble que no puede ser expresado en palabras.
No había terminado de asimilar que estaba pasando cuando ya habías comenzado a caminar hacia la parte delantera del vehículo.
-Genial! La espantaste- pensé para mi mismo.
Tomé mis audífonos y mi celular para comenzar a escuchar música.
Pareces diferente a otras chicas, como si no te importara nada...
Pensaba que si nos veíamos seguido en el bus deberíamos comenzar a hablarnos, digo, sería interesante, se ve que no eres para nada aburrida.
Siempre que te veo con tus amigas no paras de reírte... y eso es divertido, me gusta tu risa.
Pero cuando estás sola, es diferente, siempre estás callada, leyendo en tu celular y escuchando música al mismo tiempo ... Veo como, al tiempo que lees vas cambiando de expresión por lo que te produce cada palabra.
Detrás de ti subió una chica morena e inmediatamente notaste su presencia.
-Hey! Danay!!- te oí llamarla. - ¿Cómo estás? Dime que necesitas- te contestó
No debería de escuchar conversaciones ajenas, es de muy mala educación.
Así que dejé de prestarles atención y enfocarme en lo que estaba sonando en mi playlist.
Cada tanto sentía miradas sobre mí, pero cuando me volteaba solo las encontraba susurrándose la una a la otra mientras compartían risas nerviosas.
Sonreía disimuladamente cada que te oía reír...
Faltaban algunas calles antes de mi parada cuando siento como la chica morena me toca el hombro.
Me giré un poco para verla mejor, era casi de mi tamaño.
-Ten, una amiga te manda esto- me dijo
Yo solo levanté mi mano y agarré el pequeño pedazo de papel que me ofrecía y ví como abandonaba el bus de lo más normal.
Me quedé congelado.
Traté de guardar la calma...lo mejor sería abrirlo en casa.
Cuando al fin llegó mi parada bajé del bus y no pude resistir.
Busqué el papel entre mis bolsillos del uniforme y una vez que lo tuve, lo leí despació tratando de que cada palabra quede en mi memoria.
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Esas palabras, escritas con una letra muy bonita, y en un pedazo de hoja de cuaderno de matemática me habían sacado una sonrisa...
Tu intención en saber más de mi me resultó completamente adorable...
Pero esa no es la forma en la que te quiero conocer, chica de la nota.
Algún día nos volveremos a ver, de eso estoy seguro...
Algún día.
-------------------------- Basada en Hechos Reales
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