⋆｡˚ ⋆ UBC ✧ BTS&Yym.

♡「Sorpresa」♡

✦ NamJin/JinNam ✦ 

Paseó sus pupilas con detenimiento en cada palabra que escribió la noche anterior, y aunque las compras nunca fueron su fuerte; deseaba con todo anhelo preparar un lindo pastel para su novio. Lo último que tomó y dejó con cuidado, fue un cartón de huevo. Así fue a la caja para pagar todo y llevárselo a su auto, dejando todo en orden y cuidado.

Subió al auto por el asiento del piloto e introdujo la llave en este, escuchando el ruido del motor y empezando andar. De vez en cuando se distraía por la ventana a su lado, ¿y cómo no hacerlo? el tráfico a temprana hora era el peor, más en su ciudad Sangdo-dong.

Se estacionó frente a la casa de arquitectura americana, bajando todas las cosas consigo. Y antes de entrar, por una ventana del lado derecho inspeccionó la sala, esperando inquieto en que el mayor no haya llegado. Después de estar quince minutos esperando y ver que no se encontraba el susodicho, abrió la puerta y cerró, para caminar a la cocina de la casa. Esparció sus compras por la isla de la cocina con sumo cuidado y de uno de los cajones empezó a sacar azúcar, sal y harina.

—Yo sé que tú puedes. —se animó, tomando un bowl para mezclar, tres cucharadas de azúcar, el polvo para hornear y la pizca de sal.

Dejo el traste en la mesa y salió caminando hacia un pequeño armario que estaba cerca de la puerta que se dirigía al sótano, abrió las puertas y de este saco un delantal de Seokjin, sujetándolo bien por su cintura. Volvió a la cocina, y antes de continuar su tarea, lavo bien de sus manos.

—Jinnie en este momento se estuviera riendo por la forma que me veo con el delantal y con el teléfono en la mesa. —murmuró para sí mismo, tomando de nuevo el bowl y dejando ir un 3/4 de taza de crema, los huevos y la vainilla que tuvo que buscar porque no la había sacado antes de la alacena, dejo ir mezcla de harina y con un tenedor que se las ingenio en buscarlo en un pequeño cajón; mezcló, dejando de hacerlo hasta que los ingredientes estuvieron húmedos.

Lo siguiente que hizo fue agarrar la masa y formar un círculo, dejándola en una charola para hornear. Tomó una cuchara limpia y le dejó ir dos cucharadas de crema y una de azúcar que regó y luego metió al horno la charola, estando consciente que solo debían de pasar veinticinco minutos. Se paseo por el fregadero, lavando las fresas y cortándolas a la mitad para dejarlas en un pequeño recipiente.

Se sentó en uno de los banquillos de la isla a esperar por su obra de arte, un poco preocupado porque no sabía cómo iba a resultar todo.

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—¿Qué le dice la foca a su madre?

—No otra vez. —murmura uno de los presentes, observando como algunos esperan ansiosamente la respuesta del terrible chiste.

—I love you, mother foca. —dice, luego rompiendo en una enorme carcajada, siendo seguido de varios compañeros que no aguantaron la espera, unos llevándose las manos al estómago y doblándose; porque siempre amaban los malos chistes al final de la dura jornada en el trabajo.

—¡Nunca cambies! —dijo uno de estos, gritando, a pesar de que seguía riendo.

—Uf, claro que no cariño. —refutó Seokjin, peinando su cabello y después despidiéndose con la mano.

Lo primero que hizo al salir de la empresa, fue pedir un taxi. Pensó en pasar a comprar unas flores para Namjoon, ya que sabía que el menor era un fan de los tulipanes y las rosas rojas.