New Chance [Klaus] [The Originals]

1: "Asuntos de la Familia Original"

-Cariño, te traje esto. -dijo Liam al acercar su mano a la guantera del auto, de allí saco una pequeña bolsita con un polvo blanco. -¿Quieres que nos detengamos a que la pruebes?

Drogas.

En mi vida humana lo había probado unas cuantas veces pero siendo un ser sobrenatural los números se habían ido al cielo, necesitaba una gran dosis para entrar en materia pero no tenía importancia porque no afectaba mi salud en ningún aspecto.

Ventajas de ser inmortal.

Él no me dejo responder puesto detuvo el auto para dedicarle todo el tiempo del mundo a sus vicios.

Liam era un chico bastante ordinario, con un ligero problema de adicción y un acentuado desinterés por su futuro. Tenía un atractivo ejemplar, de cabello castaño y piel clara, un cuerpo atlético y un estilo algo rudo. Había estado saliendo con él por un tiempo, sin dejar de tener encuentros casuales con otras personas, y lo conocía lo suficiente como para ya estar aburrida.

Con el paso del tiempo perdí muy fácilmente el respeto por la vida humana.

Después de que me tocara drogarme recargue la cabeza en el asiento y solté un suspiro, no había sentido un gran cambio. Ahí sentí que Liam pasó una de sus manos por mi pierna y se acercó a oler mi cabello, quise quitarlo pero no se movió.

-Oh vamos, ya fue mucho castigo. -volvió a poner su mano en mi pierna. -Me gustas mucho.

Voltee levemente a verlo y aprovecho para besarme, subió su mano a mi mejilla y correspondí. No tardó mucho en subir mi blusa y desabrochar su playera, las cosas subieron de tono y termino siendo una buena sesión de sexo. Al finalizar salí del auto para fumar un cigarrillo y pensar por un segundo si quería seguir involucrándome con él o no.

-Emily, tenemos que hablar. -dijo Liam al salir del auto, acomodándose los pantalones.

Ugh, odio ese nombre.

En algún punto de mi vida en esos años decidí usar otro nombre para que no fuese tan fácil de identificar, todo el mundo me conocía como una aliada de los originales y me creaba enemigos innecesarios. Había llegado a esas conclusiones estando ebria y ese había sido el primer nombre que se me ocurrió.

-¿Sobre qué? -cuestione algo curiosa.

-Estuve hablando con mi jefe y me pidió un pequeño favor. -se detuvo frente a mí, el chico tenía contactos algo peligrosos que traficaban todo tipo de sustancias. -Quiere que nos ayudes a vender algunas cosas en el negocio que tienes con tu amigo, en el restaurante.

-Peter no quiere distribuir drogas, ya habíamos hablado de eso. -recrimine con obviedad. -Que se busque otro lado.

-No quiere otro lado, cariño. -se empezó a exaltar. -Quiere ese lugar y... -suspiró. -No tengo otra opción.

-Yo no voy a obligar a Peter a nada.

-Tienes que. -puso sus manos sobre mis brazos. -No tenemos opción.

-No, tú no tienes opción. -quite sus manos de encima de mí. -Es tu problema. -me aleje de él.

-¡No puedes fallarme en esto! -tiro de mi brazo para que volteara a verlo, allí le solté un golpe.

Liam cayó al suelo y escupió mucha sangre, le había dañado la dentadura.

Uy, se me paso la mano.

-¿Qué demonios? -preguntó algo confundido. -¿Cómo...? -trato de ponerse de pie pero luego volvió a observarme, para hombres como él era realmente imposible que una mujer fuese fuerte. Mis instintos se despertaron en ese momento por su miedo y sentí un cambio de color en mis ojos. -¡¿Qué demonios eres?! -me acerqué. -¡Aléjate de mí!