New Chance [Klaus] [The Originals]

13: "Síntomas vivos"

Abrí los ojos porque escuche ruidos en mi habitación, eran Evelyn y Alice discutiendo algo mientras Reg jugueteaba con una pelota encima de mí.

-¿Qué hacen aquí? –pregunté de mala gana. –Largo de mi cuarto.

-¿Estás de mal humor otra vez, Sarah? –preguntó Alice cuando me di la vuelta en la cama, cubriendo mi cara con una almohada.

-¡No deberían entrar a mi cuarto sin mi autorización! –recrimine bastante molesta. –Y mucho menos hacer ruido para despertarme.

-¿Ya viste que hora es, cariño? –preguntó Evelyn con su tono dulce habitual.

-¡No! –grite. –Y no me importa.

-Necesito tus colchas porque la gente de lavandería viene hoy, Sarah. –dijo Evelyn. –No tardan en llegar.

-Deja mis colchas sucias en paz. –seguía enojada. –Deja mi suciedad y vida en paz, Evelyn.

-No seas así. –me regaño Alice. –De todos modos te tienes que levantar, tienes una revisión en el consultorio hoy.

-Púdrete.

La hija de puta se atrevió a quitarme la colcha bruscamente.

-¡Alice! –discutí en verdad enojada. –Puta madre.

-Tranquila, no es para tanto. –traía su bata de doctora puesta y una actitud que me molesto incluso más. –Apúrate, tenemos que irnos.

Siento una exagerada, me puse de pie aventando todo lo que me estorbara en el camino pero solo di unos cuantos pasos cuando ese dolor infernal en el estómago me invadió de nuevo.

-Auch. –murmuré al sentarme sobre la cama, llevándome las manos al estómago. –Eso otra vez.

-¿Qué otra vez? –preguntó Alice observándome.

-Tengo un dolor bastante extraño desde ayer. –explique brevemente, quizás eso me traía de mal genio. –Es mi estómago.

-Ten algo de sangre. –dijo Evelyn al acercarse con un vaso y la botella que había dejado ayer.

-No. –negué con la cabeza, el simple olor me dio asco nuevamente. –Huele horrible.

-Creí que guardabas en botellas tu tipo de sangre favorito. –discutió la mujer algo confundida, sin alejarse.

-Dije que lo alejes de mí. –repetí cuando el asco iba subiendo de nivel, pero no fue solo eso, era la misma sangre corriendo en el cuerpo de Evelyn, ya no olía tan delicioso como todos los días. –Que puto asco...

-Algo está mal, Sarah. –murmuró Alice pensando un poco, analizando la situación. -¡Dylan! –grito y su voz me taladro la cabeza.

-¡Cállate! –pedí alterada. –Le dije que se fueran de mi cuarto.

-Me estas preocupando, cariño... solo un pequeño sorbo. –dijo Evelyn y se atrevió a servir la sangre en el vaso, el líquido en movimiento desprendió aún más ese olor que encontraba tan repugnante y eso me obligo a correr de nuevo al baño a volver el estómago. -¡Sarah! –se asustó de inmediato y se apresuró a tratar de ayudarme. –Dios mío, ¿Qué te está pasando? –masajeo un poco mi espalda. -¿Comiste algo fuera de lo usual?

-¡Soy un hibrido, Evelyn! –aclare al ponerme de pie y bajar la palanca del inodoro, luego abrí la llave del lavabo para enjuagarme. –Dios, piensa un poco.

Evelyn no tiene la culpa, reléjate un buen.

-Nosotros nos encargamos, Evelyn. –escuche la voz de Dylan entrando al baño, note tras el espejo que mis hermanos intercambiaron miradas y luego me vieron a mí, ella asintió levemente y salió del lugar. –De mal genio otra vez, Sarah. –dijo mi hermano cuando gire a verlo.