Todo empezó siendo unas simples notas que encontraba en mi cuarto, en la escuela y algunas libretas. No sabía que era tan grave, era el comienzo de mi fin y mi vida se deslizaba por un tobogán hacia el precificio
Quería llevar la calma, tener una v...
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Han pasado aproximadamente dos semanas desde su última nota, ya no siento que me observan y he podido dormir en paz, sin embargo los recuerdos me atormentan y más cuando leo los periódicos donde mencionan a un chico asesinado brutalmente
Perdóname Thomas
No debí hablarle en esas circunstancias. Realmente me encuentro sola a pesar que el chico de ojos zafiros diga que es lo único que me queda. Y puede que tenga síndrome de Estocolmo pero debo admitir que extraño sus notas, siempre las encuentro en mi habitación, sala, cocina, y cuando iba a la escuela normalmente era en el casillero o dentro de algún cuaderno. Cada nota era una sorpresa y para ser un asesino tiene buena caligrafía
Aún me sorprende que no haya muerto— Al menos ya se está curando— Dije viendo mi brazo vendado. Suspiré y me tumbe en la cama aún más pensativa ¿Que le habrá ocurrido? Debo estar loca al querer saber que le sucedió
¿Acaso me importa un tipo como él?
—Síndrome de Estocolmo— Dijo una voz en mi cabeza
Ay no, no quiero más voces, no quiero volverme más loca de lo que estoy. Mis pensamientos han dado un giro completo y ya no tengo idea de cómo diferenciar lo bueno y lo malo
¿Perdí mi ética?
—Déjate llevar— Susurró
—Ya no sirve de nada que nos mantengas— Dijo otra voz diferente en mi cabeza
—La locura es parte de ti— De nuevo otra voz diferente
—Debemos lastimar a todos los que nos han hecho echo daño
—Suena tentador ¿Verdad?
—Vamos, vamos
No sé lo que sucede pero parece que tuviera miles de personas diferentes encerradas en mi cabeza y no sé qué es peor, eso anteriormente dicho o el hecho de que ahora no me molesta escucharlas
—Podemos empezar con Jessica
—No, mejor vamos primero con Catrina
—¿Que tal les parece empezar con Karon?
—¡Basta!—Dije tomando mi cabeza—¡No iremos a por nadie!—Grite a la nada. Mi lado razonable casi perdido, actuó. No puedo permitir que me controlen debo, debo ir a un psiquiatra
