Todo empezó siendo unas simples notas que encontraba en mi cuarto, en la escuela y algunas libretas. No sabía que era tan grave, era el comienzo de mi fin y mi vida se deslizaba por un tobogán hacia el precificio
Quería llevar la calma, tener una v...
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Narrador Omnisciente
El bosque se encontraba en total silencio a excepción de los árboles meciendo sus copas gracias a la brisa y así creando el sonido leve de las hojas chocando, ni un solo animal se ha atrevido a hacer un mínimo ruido. Todo se encuentra en total paz sino fuera por un cuerpo tendido césped cubierto de sangre y un asesino viendo fijamente aquel cadáver, uno de los asesinos más buscados por alrededor de todo el mundo sosteniendo un cuchillo del cual, en el filo gotea sangre y atrás de él una criatura inhumana se mantiene inmóvil
—Esta muerta—Comenta el asesino con un tono de voz severa y negra, claro, sin despegar su mirada del cuerpo
La figura inhumana se acerca al cuerpo y guía uno de sus tentáculos a la zona donde antiguamente se encontraba un corazón palpitante. La criatura aún sin boca dijo:
—Han escapado— Giro sus talones para volver a adentrarse a lo más profundo del bosque pero detiene sus pasos —Ya no detecto el aura de las almas şeytan
Jeff, ríe sin ninguna razón y lame la sangre que gotea de su cuchillo— Bien, ya cumplí mi parte. Me voy espermatozoide con brazos— Se burló Jeff saliendo rápidamente de aquel entorno sin siquiera mirar atrás, sólo es un asesino a sangre fría, nunca va a poder sentir nada ¿Por qué sentiría algo por una humana? Absurdo, no todos los finales son felices
Slenderman ignorando las palabras de Jeff analiza el cadáver, sin más, se pierde entre los árboles del bosque aún en la búsqueda de las almas şeytan
A nadie le importo dejar aquel cadáver en el suelo, pasaron las horas con total normalidad y siguió tendida en el suelo sin siquiera un destello de vida
Al anochecer una silueta tomo la fría mano de la chica sin vida y dejó una nota en la planta de su mano para luego cerrarla y asegurarse que el viento no se la arrebate. Con su dedo pulgar tocó los labios del cadáver de la chica en medio de la oscuridad y sin más, se fue a buscar un alma para atormentar
