"Se qué no quieres dejarme"-Jerniela.

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(Esto tal vez esa como un especial San valentín(? O tal vez no... pero igual lo sé, llegó dos (tres *tose*) días tarde pero es mejor nunca o ahora o cómo era? Ahre)
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—¡ES EL!

Exclamó Barbara al ya saber quién había secuestrado a su amiga, había sido aquel pelirrojo. ¿Cómo lo sabía? La respuesta era obvia, recordó que Jerome le había contado cómo llego y cómo la policía lo supo...en el interrogatorio había estado el Sr. Cicero y Robert, todo tenía sentido, luego de dos largos días de investigación lo supo. Claro, se lo compartiría a la policía para tener refuerzos pero ahora, debía saber dónde estaba escondido Jerome, era lo único.

Por otro lado, Robert se hayaba en su oficina admirando una foto dónde se hayaba el y su preciada asistente.

—Oh, pobre Daniela era una buena muchacha, pero si estás muerta no dirás nada pero si estás viva...aún se que jamás tracionarías.

Murmuró apenado, Robert había perdido las esperanzas al segundo día. Ya daba por muerta a su asistente aunque aún no hayan terminado las investigaciones policiales pero él.. ya se hayaba en busca de otra asistente, era vital. Se retiró para ir hacia una reunión de la empresa dejando aquella fotografía en el altar de su silla.

Comisaria de gotham 14 de febrero, 13:55 pm.

—¡Feliz día amigo!—exclamó Harvey para luego abrazar a su fiel amigo y compañero James Gordon.

James río levemente aceptando el abrazo.

—Feliz día—finalizó las felicitaciones entre ambos.

Harvey se separó y golpeó leve su hombro con una sonrisa de lado, en su otra mano sostenía una rosquilla medio mordida.

—¿Puedo saber qué ocurre?

—La desaparecida.

—Aaah, Eilish, qué pasa con ella era tú enamorada?—bromeó.

—No Harv, hay qué buscarla es nuestro trabajo.

—Tienes razón, pero revisando sus expedientes vi qué tiene varios homicidios y multas.

—Sí, que fueron pagados con cárcel.—aclaró.

—Pero dónde puede estar? Y sí ha escapado?—levantó una ceja dudoso.

—La secuestraron Harvey.—confirmó.

—Pffff, sí.

—Has estado distraído últimamente, ¿sucede algo?

—Es que tengo una cita, con una mujer.

—¿Ah sí? Qué bien, pero ahora es hora de trabajar amigo...piensa en ella en tú tiempo libre.—río.—deberemos interrogar a los vecinos de dónde fue el secuestro.
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—Debe haber alguna forma de poder salir de aquí.

Miró a distintos lugares, necesitaba retirarse de aquel lugar cueste lo que cueste. Forzaba sus manos para liberarse lo qué le costaba que se lastimara cada vez más, su lado más humano era débil, su lado demoníaco era mucho más fuerte en números pero no era convenible que ella dejará salir eso a la luz, en ese momento escucho unos pasos acercarse a la puerta y después retirarse.

No tenía nada mas que perder más que su cordura si su otra ella salía a la luz, suspiró pesadamente no quedaba de otra si quería por lo menos liberarse..así fue cómo prontamente sus ojos cambiaron inmediatamente a un color rojizo dando por bienvenida a su lado demoníaco está sin problemas cortó las sogas y en ese preciso momento llegó la lucha ambas intentaron tomar el poder absoluto del cuerpo pero ganó el humano...aún no era el momento de su lado malvado.

—Menos mal...estoy libre.

Sobo sus muñecas por un rato después se desató sus pies, sabía que su otro lado estaba siendo amable. Abrió levemente la puerta y vio a unos de los hombres de Jerome acercarse, debió cerrar la puerta, espero hasta cierto tiempo hasta qué pudo salir...cerró lentamente la puerta y se movilizó por la casa cuidadosamente era una verdadera suerte los hombres de Jerome parecían tomar un descanso él momento indicado para poder correr, abrió la puerta y está por un maldito hizo ruido, escucho pasos y eso la alteró pero no dejó que la dominará.

Suspiró la pelinegra y salió de allí chocando justamente con alguien, ya sabrán quién era...sí, el pelirrojo. Un hombre qué iba detrás de el llevaba un ramo de rosas rojas y unos regalos, eso cambió la expresión de Jerome su alegría. Fue bruto en ese momento de enfado, tomandola de su muñeca herida metiéndola a su habitación enseguida.

—¿¡Creíste que escaparias!?—exclamó molesto el pelirrojo.

—Déjame en paz!—elevó su voz igualmente.

—¡NO!

Él pelirrojo corrió la pelinegra de la puerta y la alejó lo suficiente.

—Te dije qué jamas te irás, ¡Tú eres mía! ¿acaso no puedes entender eso?... ¿¡dónde demonios quedó tu promesa!?—preguntó molestó.

Tomó de la barbilla a la menor evitando qué no lo mirara, había roto su promesa y hizo enojar al pelirrojo. Eilish, quién se hayaba asustada intento quitárselo.

—Déjame en paz!

Boom, le dio un golpe en su cara...no fue un golpe tan grande pero sin duda fue efectivo para quitarse a Valeska de encima, este pronto se levantó del proceso del pequeño dolor. Ella por otro lado salió de la habitación corriendo para  escapar, cosa qué fue un fracaso ya que fue detenida por los hombres de Jerome, este fue detrás de ella y la tomó de su cabello tirandola leve...llevándola nuevamente dónde estaban esta vez cerrando la puerta con seguro.

—no entiendo porqué no quieres estar conmigo, sabiendo qué daría todo porque te quedes conmigo...pero tú solo haces qué me enojé. Es todo lo qué haces, aún no se cómo has hecho para escapar pero me aseguraré de que no vuelva a pasar.

Río locamente Valeska.

—Y pensar qué casi escapas jajajajajjaj—se burló

Se acercó a ella tomando su brazo, mirándola fijamente a sus ojos oscuros murmurando.

—Pero enserio no vuelvas a intertarlo.

Horas después.

—debes disculparte por golpearme.

—Lo siento pequeñito.—dijo bromeando.

—te crees muy graciosa pequeña.

—No, no soy un gran bobo payaso cómo tú.—Miró a otro lado.

—¿bobo payaso?—levantó una ceja.

—Sí, lo eres.

—No trates de provocarme, lo ves? Tú eres la qué me hace enojar!

—Y tú eres el bobo qué se enoja muy rápido.

—¿Yo?—preguntó indiferente y serio.

—Sí, tú.—fruncio el ceño.

—Claro, yo...—rodó los ojos.—ya déjate de juegos y ven aquí.

—No te disculpaste por tomar mi cabello y tirar de él.

Valeska se levantó de la cama para luego abrazarla por la espalda y besar su cuello delicadamente luego le entregó un ramo de rosas...por lo qué Eilish quedó encantada, bastante.

—Jerome...yo no sabía que serías capaz de tal obsequió.—se sorprendió.

—Es porqué por tí siento cosas que no había sentido por nadie...me encanta todo de tí y me cali...—se calló y tosio para tratar de olvidar eso.

—¿Qué dijiste?

—Oh nada, pequeña.

La besó dándole el feliz día de los enamorados.
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Soy lo peor, lo sé.