CAPITULO 1

41 4 2
                                    

“Los buenos tiempos de hoy son los malos pensamientos de mañana. “— Bob Marley

Dos años antes.

Desde hace un tiempo, siento que me dan más nervios que antes cuando se trata de hacer cosas en público o con personas que tengan alguna autoridad, y esto me ha estado molestando mucho. Aunque soy un poco tímida, no había sido así antes. Hablé con mis amigos y todos me dicen lo mismo: que son solo nervios. Y realmente eso hace que mi enojo se calme de alguna manera. Tienen razón: sigo siendo la misma adolescente de siempre. Sin embargo, no puedo permitir que esto me afecte, porque mañana es el show de talentos y estoy decidida a ganar.

-¡Mañana es el show de talentos, ¿cierto? Espero que cada uno de ustedes gane en la categoría que eligió, sobre todo tú! - su mirada cae en mí y yo simplemente miro a otro lado. - No quiero que me hagas pasar vergüenza.

-Padre, no digas esas cosas. Mi hermanita ganará, ya lo verás. - Miro a mi padre cuando mi hermana se muestra nerviosa.

-Como sea, vayan a dormir. Mañana necesitarán toda su concentración y recuerden: quiero cero errores.

Sin más, mi hermana y yo nos retiramos a nuestras habitaciones. Al recostarme en la cama y soltar un suspiro, me doy cuenta de que mi padre suele ser demasiado duro con nosotras. No es que sea malo, ya que su fuerza de voluntad me ayuda a mejorar en lo que me propongo, pero desde hace tiempo ha sido más duro conmigo que con Lily, y me hace sentir más presión que antes. Si tenía nervios por el día de mañana, ahora los sentía aún más intensos. Saco mi celular de mi bolsillo y le conecto los audífonos. Miro mi pantalla, confundida, al ver el nombre de mi hermana en una nueva notificación. Le doy a la notificación y leo su mensaje:

“Papá estaba siendo demasiado duro.”

Me escribió otro mensaje:

“Recuerda, disfruta de tu momento mañana.”

Tiene razón: simplemente debo disfrutarlo. Mañana, mi mamá regresará de su viaje de negocios sólo para verme. No debo permitir que nada me impida que ella vea lo que soy capaz de hacer. Sé que esta vez, como hizo con mi hermana cuando tenía mi edad, me dirá cuán orgullosa está de mí. Con ese pensamiento, caigo en brazos de Morfeo. Lo único que necesito para ser aceptada en mi familia es el reconocimiento de mi madre.

¡riiin, riiin, riiin!

A lo lejos escucho el sonido de mi alarma, pero mi cuerpo se siente pesado. Al pensar que en pocas horas estaré a la vista de más de 100 personas, toda mi energía se ha esfumado. Aunque no he abierto los ojos ni movido algún dedo, mi cuerpo empieza a temblar y mi respiración se corta, no sé qué pasa, pero tengo miedo.

Escucho como tocan mi puerta. - Mamá ya está por llegar, debes levantarte. – dice -Ya sabes cómo es cuando no estamos todos para recibirla.

Después de sus palabras, un largo silencio se cierne sobre mi habitación. -Iré a prepararme, espero hagas lo mismo - dice, antes de que sus pasos se pierdan en el pasillo.

Esta vez intento calmarme; no puedo permitir que esto arruine el día en el que mi mamá estará para verme. Al fin logro abrir los ojos y levantarme. Mi reloj marca las 7:30 am. Ella llegará en media hora. Debo prepararme rápidamente y bajar. Cojo mi ropa para la mañana y me meto al baño para asearme. Miro fijamente al espejo, enfocándome en no pensar en las expectativas que tengo para el día de hoy. Acabo de asearme y visto para la celebración, con mis mejores zapatos.

Al salir de mi habitación, me recargo un momento en la puerta, soltando un suspiro. "Disfruta de tu momento", pienso. "Eso es lo que haré". Nada impedirá que gane. Cuando termino de bajar las escaleras, observo a mi padre, hermana y uno que otro sirviente en fila delante de la puerta.

The Last Donde viven las historias. Descúbrelo ahora