De cigüeñas y copas Syppi

De fuertes de almohadas

Ella vuelve a hacer el experimento, dejando que Lena tiña el peróxido de hidrógeno de color verde mientras Kara agita la mezcla de levadura. Alex lo vuelve a ver y observa a los dos niños pequeños chillar y reírse de la espuma una y otra vez, explicando que la levadura extrae el oxígeno del peróxido de hidrógeno y hace burbujas en el jabón, lo que hace que muchos se expandan rápidamente pero no por mucho tiempo. Esta vez, la espuma se extiende sobre la mesa, sobre el borde y sobre el piso pero a Alex no le importa, lo limpiarán más tarde cuando terminen de divertirse.

"¡Lo que sigue, lo que sigue!" Lena se ríe, preguntándose qué van a hacer a continuación y esperando que implique más efectos geniales que ella y Kara puedan ayudar a crear.

"Está bien", dice Alex mientras limpia la espuma de la mesa y lava la botella, reuniendo un viejo juego de monopolio, sonríe mientras les dice: "¿Saben qué es un tornado?"

Los dos niños pequeños lo piensan por un segundo: Lena sacude la cabeza negativamente y Kara dice confundida: "No, ¿qué es eso?"

"Entonces, a veces, cuando una tormenta se acerca y los vientos son muy fuertes, las nubes comienzan a girar y girar hacia abajo desde el cielo y tocar el suelo para formar un tornado", explica Alex mientras levanta una imagen en su teléfono y les muestra a ellas un tornado rodando por un campo vacío. Alex levanta la botella y les dice con una sonrisa tímida: "¿Creen que podamos hacer que una de esas quepa en esta botella?"

"No", dice Kara, arrugando la nariz y sacudiendo la cabeza.

"¡Sí!", Dice Lena, mirando a Alex con tanta confianza y adoración que el corazón de la mujer da un vuelco y su garganta se contrae un poco por la emoción.

Alex llena la botella casi toda con el agua del grifo y busca en el antiguo juego de monopolio, que probablemente no se ha jugado desde que se dejó en la casa de seguridad hace años, al sacar la pequeña casa roja y verde y los hoteles, les dice a las chicas que las pongan en la botella; un poco de humor morboso, pero sabe que a las chicas les gustaría ver el tornado girando alrededor de los artículos pequeños. Su madre se ríe de su morboso sentido del humor mientras ayuda a Kara y Lena a poner las pequeñas figuras en la botella. Alex tapa la botella, la agita con un movimiento circular y hace que se forme el ciclón, removiendo los pequeños juguetes que los niños pusieron en la botella.

Lena y Kara están asombradas por el tornado en la botella, señalando las casitas que giran y pidiéndole a Alex que haga que suceda una y otra vez. Cuando la novedad desaparece, Eliza ayuda a Alex a hacer un rápido experimento de cambio de color que les hace cuestionarse cómo se hace y Kara insiste en que es mágico. Eliza y Alex limpian el desastre y comienzan a tratar de averiguar qué van a hacer para almorzar después de acomodar a las chicas en la sala de estar con Wall-E en la televisión, sabiendo que al menos Lena estará completamente cautivada con la animación de robots

Después de hacer una comida bien balanceada, incluida la col rizada para Lena y Maggie, ambas chicas se están relajando un poco y Alex sospecha que una siesta puede estar en orden. Lena está sentada en su asiento elevador, masticando lentamente un poco de mandarina mientras parpadea, adormecida, como si estuviera a punto de quedarse dormida en su silla. Kara se queja y se queja de que la fruta realmente no cuenta como postre; claramente su mal humor es su signo revelador de que está cansada y que necesita algo de descanso a pesar de que todavía tiene poca energía.

"Claramente, alguien necesita una siesta", dice Eliza con una suave sonrisa, mientras limpia los platos de Kara.

"¡No!" Kara lamenta con desesperación, apartando su tazón de fruta y golpeando sus cubiertos en el suelo en señal de protesta: "¡No siesta! ¡No quiero la siesta!