De cigüeñas y copas Syppi

De mañanas malhumoradas y acuarios

En la residencia de Lane-Vásquez, la causa de los problemas esa mañana no era la pequeña, sino que Drew está sentada tranquilamente en los escalones de la puerta principal. Ella tiene la insignia de mini- policía que Maggie le dio fijada en la parte delantera de su sudadera West Point: el Sr. Ankylosaur en una mano y sosteniendo a Vasquez en la otra. La mujer está sentada en los escalones tomando su café mientras ella y la niña pequeña observan a Lucy paseando por la casa, levantando frenéticamente las almohadas y mirando los dibujos. Mientras están vestidas y listas para irse, Lucy todavía no tiene puesto su abrigo.

"Luce, ¿dónde los tuviste por última vez?", Pregunta Vásquez con una sonrisa divertida, viendo a su novia esforzarse por volver sobre sus pasos y encontrar sus llaves perdidas. Ella sabe que ha sido una semana difícil. Drew no ha estado durmiendo bien y con frecuencia se metía en la cama con ellos deseando mimos y para que Lucy le murmure con suavidad hasta que se duerma. Además, el estrés de tratar de manejar al DEO con las manos cortas y la pérdida de algunos agentes a causa de lesiones y emergencias familiares, estaba comenzando a alcanzarlos a ambos. Lucy más que ella misma.

"Juro que los tenía en la mesa de café ayer. Regresé a casa del trabajo y los dejé en la mesa justo al lado de mi sombrero de uniforme y la manta pesada de Drew", dice Lucy mientras mira el objeto inanimado con dagas en los ojos, mirando hacia atrás y recuerda si ella había movido algo o dónde pudo haberlos extraviado.

"¿Drew? ¿Has visto la llave de Lucy, parece que está perdiendo la razón? ", Pregunta Vasquez en tono burlón, despeinando a la niña pequeña con el cabello oscuro. Ella sabe que es probable que Lucy los haya dejado en la mesita de noche, o en la oficina de su casa, sobre su escritorio, enterrada bajo papeles y documentos legales.

Entonces, es un shock cuando Drew se levanta y saca las llaves de Lucy del bolsillo de canguro de su sudadera para entregárselos a Lucy. Vásquez solo observa mientras Drew le muestra tímidamente las llaves a Lucy, su novia toma las llaves y las mira antes de guardarlas en su bolsillo. Lucy parece un poco molesta cuando pregunta con firmeza: "¿De dónde sacaste esto?"

"Lucy", advierte Vasquez en voz baja, no queriendo que el famoso genio de Lane logre vencer a su novia. Ella sabe que Lucy no quiso decir eso, pero si se enojara con Drew por algo tan ridículo como las llaves perdidas, no solo se arrepentiría más tarde, sino que también progresarían hacia atrás con el niño. Ella advierte a su novia, tratando de poner en perspectiva cómo se veía su berrinche matutino para la niña pequeña, "Tal vez si no resoplaras y soplas como un dragón que guarda su tesoro, Drew te habría dicho antes que los había encontrado".

Todo el aire sale de los pulmones de Lucy y ella se desinfla un poco, arrodillándose, agarra los hombros de Drew con suavidad y le dice con ternura: "Lo siento, me enojé, cariño, gracias por encontrar mis llaves".

"Lo siento, Lucy", murmuró Drew luciendo completamente apagada, con el labio inferior sobresaliendo y temblando a pesar de que ella está conteniendo las lágrimas a raya. Ella no entiende por qué Lucy está enojada; había encontrado las llaves junto a la puerta cuando había ido a buscar sus zapatos. Pero Lucy no le había dado a ella ni a Vásquez la oportunidad de ayudarla a buscar las llaves y Drew no quería meterse en problemas por estorbar o interrumpirla. A la mayoría de los adultos no les gustó cuando hizo eso, pero cuando Vásquez le preguntó acerca de las llaves sabía que mentir, solo le causaría más problemas.

"Hooo...bebé, lo siento, no había ninguna razón para que me enojara tanto por perder mis llaves. No será el fin del mundo si llegamos un poco tarde al acuario ", explica Lucy, mientras le quita el cabello de la cara de Drew, ahuecando su mejilla para atraer a Drew a los ojos y encontrarse con los suyos." Gracias por encontrando mis llaves ".