Cuando me desperté era entre las 8 y 9 de la mañana tampoco le dí mucha importancia ya que simplemente mis ojos no daban para más, estaban rojos.
Baje las escaleras y encontré una nota que decía:
Cariño, he decidido ir a la casa de lo abuelos, ellos necesitan ayuda para vender la casa, así que decidí ayudarles. He dejado un sándwich para cada uno
Pd: besos pequeña shio.Rodee los ojos, mire a mi alrededor dándome cuenta que nuestra familia no sería lo mismo.
____: Hoy será un día genial- sarcasmo- ¡Venga ya! A quien quiero engañar.
Mire hacia el sofá el cual era de un cuero marrón que teníamos hacia unos 3 años cuando apenas habíamos comprado la casa, allí estaba Saya, una de mis mejores amigas desde la infancia. Obviamente era imaginaria.
Sean: Otra vez mirando a los fantasmas "shio" - Ese sobrenombre lo amaba, pero menos viniendo del estúpido de Sean.
Me quedé callada, hasta el momento no lo había mirado Hasta que dirigi mi mirada hacía el para darme cuenta de que estaba echo un asco.
Tenía unas bolsas enormes que indicaban insomnio, su cabello estaba muy mal cuidado, y su ropa estaba llena de manchas.
____: parece que no soy la única que le ha afectado.
Sean: imbecil.
Subí la escaleras y cuando me mire al espejo no me veía tan mal que digamos...... A quien quiero engañar estaba horrible...
Entre a mi cuarto y me cambie la ropa, agarre mis audífonos y mi celular.
Baje las escaleras a toda prisa pero a la vez con sigilo para que Sean no me descubriese.
Abri la puerta y me encontré con un solo radiante que a cualquier persona feliz le encanta.
Pero Para mi nop.