Destino 5: Un camino de estrellas

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NICO

Nico miraba extrañado el raro papel tapiz, estrellas de colores saturaban la pared y continuaban su camino hacia el techo; se extendían como raíces en todas direcciones.

Cómo si la finalidad del artista fuera cubrir cada parte de pared y techo con los astros.

Will estaba sentado en la única cama, mirándolo; esperaba su reacción. Movía los pies , y sus manos no podían quedarse quietas.

Colocó su mano sobre la pared, delineando con un dedo la estrella más grande y de color azul. Miró la estrella junto a esta y luego la que estaba junto a esa... Cada una de un color diferente:
Estrellas azules, rojas, amarillas, verdes, violetas...

Se volteó a encarar al rubio tendido. Quién, al primer vistazo, respondió a una pregunta no formulada.

-Cada estrella representa algo en mi vida- Will se levantó, hasta llegar a la pared- cada color representa como me sentía- explicó pasando sus dedos por los mismos lugares por los que habían vagado los de Nico anteriormente. Se estremeció, como si esos dedos estuvieran haciendo ese recorrido sobre su piel. -Este era mi cuarto.

Nico dió un rodeo, se alejó de la pared y de su anfitrión. La cama se observaba nueva, casi no había sido usada. La ventana estaba casi cubierta por un montón de cajas cuyo contenido Nico no quería preguntar, y por una serie de objetos cuadrados que no le costó trabajo reconocer: Lienzos.

-¿Pintabas?- se aventuró a preguntar

-Mi madre- respondió Will apartando la vista de la pared y posandola en su persona- Naomi Solace-

Ese nombre. Él conocía ese nombre.

El recuerdo de su antigua escuela, el olor del óleo y los diluyentes llenando el aire. Su maestro hablando de una increíble y talentosa, hacía tanto tiempo.

"Desapareció"

-Ella...- comenzó, indeciso, titubeante.

-Se fue- Will miraba los lienzos o lo miraba a él. No estaba seguro, pero trató de convencerse de que eran los lienzos.-Un día baje de este cuarto y mi padre estaba haciendo el desayuno... no volvió a aparecerse hasta años después- Sintió los brazos de Will rodeando su cintura, su barbilla descansando en su hombro. Le sorprendió la velocidad con la que se dejó hacer, sin decir nada. Se recargo en su pecho, esperando que siguiera hablando. - Un día llegó queriendo llevarme con ella-

-¿Porque no te fuiste?- los brazos de Will se tensaron a su alrededor, lo sintió contener el aliento, antes de responder con un suspiro.
-Porque a ella no le interesaba, solo quería lastimar a mi papá.

-Por eso es que no quieres pasar tiempo aquí- no era una pregunta.

Sintió la sonrisa de Will contra su cuello.

-¿Soy tan evidente?
-Bastante, si-

No dijeron nada durante un rato hasta que, de alguna forma, terminaron sobre la cama con sus rostros enfrentados. Nico, respondiendo a un impulso, llevó una de sus manos hasta la mejilla del rubio.
La dejo descansar allí.
-Tus manos están frías- susurro Will, que mantenía los ojos cerrados, relajado totalmente.

-Tú eres demasiado caliente- respondió a su vez Nico frunciendo el ceño y desviando la mirada.
Su mirada de obsidiana se topó, de nuevo, con el firmamento falsamente estrellado.

Recorrió los contornos de las estrellas, el amarillo cubría, casi en su mayoría, el inicio del viaje infinito. Después el azul tomaba su lugar, para finalmente enzarzarse en una lucha con el negro y el rojo , justo antes del final inconcluso del arte.

-No me dijiste que era el amarillo- aquellos ojos celestes lo sobresaltaron al abrirse de golpe. Pero mantuvo sus manos descansando en sus mejillas, mirándolo fijamente.

-Momentos felices- respondió, arrastrando las palabras - O los que yo creía eran momentos felices-

-Amarillo como el sol- murmuró Nico, asimilando la información- Azul del cielo, rojo como la sangre... -Aquellas cosas las había aprendido en clase, le gustaba que Will, sin saberlo, siguiera las reglas del arte -¿Qué significa el negro?-

-Puedes ocupar está habitación- ¿estaba esquivando la pregunta?

-¿Por qué?- "¿Por qué evitas la pregunta?"

-Creo que puedes pintar más a gusto aquí, que en el estudio de 2x2- la sonrisa de Will era sincera, no podía dudar de ella pero, había una sombra, quizá de dolor, del pasado que no quieres recordar.

-Está bien- respondió al fin. Deseando poder hacer algo para borrar el dolor que cargaban esas estrellas de colores.

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